Uno de los mayores exponentes de la vivienda señorial de Palma, Can Weyler, ubicado en el Carrer de la Pau, se cerró a cal y canto hace ya una década con la finalidad de rehabilitarlo y reabrirlo al público en todo su esplendor. Una promesa que se estaba alargando demasiado tiempo, con hasta dos estudios preliminares, y que, ahora, parece que será al fin una realidad. El Consell de Mallorca ha dado luz verde a la ejecución del estudio integral de los valores patrimoniales de este casal gótico, que se está llevando a cabo desde hace varias semanas. El coste es de 267.000 euros y corre a cargo de la empresa Mirclau 2005.
Según detallaron ayer a Ultima Hora fuentes del Departament de Turisme de la institución insular, en Can Weyler se está realizando actualmente «un estudio en profundidad que estamos seguros de que dará unos resultados muy interesantes para planificar adecuadamente la rehabilitación del edificio y aportar nuevos conocimientos al patrimonio histórico y artístico de Mallorca».
Arqueólogos
En este sentido, desde prácticamente principios de este 2022, está trabajando sobre el terreno un equipo técnico formado por arqueólogos, historiadores del arte y restauradores, junto a un segundo equipo conformado por trabajadores de la construcción. La finalidad de este primer estudio preliminar, prosigue la misma fuente, es que «las prospecciones y calas arqueológicas, junto con la utilización de nuevas tecnologías, permitan un profundo análisis de los hallazgos; los arcos, el pas de bístia, canalizaciones y modificaciones en la tipología arquitectónica son algunos ejemplos». Otros objetivos de esta primera toma de contacto con el terreno son también «conocer las modificaciones físicas y de usos del edificio a lo largo de su historia», ya que «son muy necesarias para saber cómo actuar en el proyecto posterior que deberá llevarse a cabo para adaptar el edificio a nuevos usos». Además, cuentan desde el Consell, «se están descubriendo los usos que tenía cada estancia y se ha podido acceder al refugio antiaéreo de la época de la Guerra Civil».
El contrato de este trabajo previo de estudio integral tiene una duración de 11,5 meses, por lo que debería estar finalizado antes de que concluya este 2022. Los resultados que ofrezca este estudio preliminar de los valores patrimoniales del casal gótico ayudarán al Consell de Mallorca de cara a la redacción del proyecto de rehabilitación integral de Can Weyler y «qué tipo de usos se le puede dar a grandes rasgos y también en sus diferentes salas». Una reforma que todavía no tiene fecha.
Reformas
Can Weyler data de la primera mitad del siglo XIV y desde entonces ha sufrido múltiples modificaciones arquitectónicas fruto de varias reformas. Fue en el año 2010, cuando el edificio ejercía de sede de la Associació per a la Revitalització dels Centres Antics (ARCA), que fue adquirido por las instituciones por un valor de 1,3 millones de euros con la mira puesta en alzarlo como un referente cultural de la ciudad y un reclamo turístico de primer orden. Desde entonces permanece cerrado, aunque a lo largo de esta última década se han encargado y trazado diferentes informes al respecto: dos prospecciones arqueológicas, una memoria histórico-artística y un estudio del subsuelo con georradar.
Pues sí, tiene que ver con el general Weyler.
Weyler, que era un liberal que por ejemplo se opuso a la dictadura de Primo de Rivera, fue víctima de la leyenda negra originada en EE UU antes, incluso, de su llegada a Cuba y, tristemente, hoy aún es una historia extendida.
Weyler legó una gran parte de sus bienes para beneficio de la infancia, por ejemplo Can Roca que podemos ver en Son Ferriol al ayuntamiento de Palma y, en el caso que nos ocupa, Can Weyler al obispado de Mallorca para establecer una casa cuna.
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Pues sí, tiene que ver con el general Weyler. Weyler, que era un liberal que por ejemplo se opuso a la dictadura de Primo de Rivera, fue víctima de la leyenda negra originada en EE UU antes, incluso, de su llegada a Cuba y, tristemente, hoy aún es una historia extendida. Weyler legó una gran parte de sus bienes para beneficio de la infancia, por ejemplo Can Roca que podemos ver en Son Ferriol al ayuntamiento de Palma y, en el caso que nos ocupa, Can Weyler al obispado de Mallorca para establecer una casa cuna.