Gabriel Amengual y Jaime Vázquez, en la librería San Pablo con sus novedades

El autor de La Biblia. Cultura, identidad y fe, Jaime Vázquez, es profesor titular en el Centro de Enseñanza Superior Alberta Giménez (CESAG), de Palma, y también es doctor en Teología Bíblica y doctor en Periodismo. Este nuevo volumen, que edita Lleonard Muntaner, es una introducción al texto sagrado de la Biblia, el único libro que ha sido declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco. Con más de tres mil años de historia, es el libro más vendido de todos los tiempos. Editado en más de dos mil lenguas y dialectos diferentes, es la obra literaria más traducida.

Humanidad

La Biblia es el libro que más ha influido en la humanidad; el texto que ha determinado una buena parte de la historia de Occidente. Judíos y cristianos consideran la Biblia un libro sagrado porque creen que fue revelado por Dios. En sus páginas encuentran normas, valores y una manera de entender el mundo. Pero su influencia no es solo religiosa, la Biblia ha sido fuente de inspiración artística en la pintura, en la escultura y en el resto de las artes. Creyentes y no creyentes leen este libro con respeto y con un interés especial. La Biblia es más que un libro, es un monumento literario con una tradición histórica jamás superada por otra obra. La Biblia es el gran libro de la humanidad, el libro de los libros. La obra de Vázquez se acerca al texto sagrado como obra literaria, como signo de identidad y como razón de fe. Tres elementos que determinan la cultura occidental y sus valores. Por su parte, Gabriel Amengual Coll, canónigo de la Catedral de Mallorca y catedrático emérito de Historia de la Filosofía en la Universitat de les Illes Balears (UIB), ha centrado sus investigaciones en los campos de la antropología filosófica, filosofía de la religión, filosofía de la historia y filosofía moderna y contemporánea. Todo ello se ve reflejado en la gran cantidad de libros que ha escrito.

Crítica

Del libro que presenta mañana, El goig de creure (Leonard Muntaner, 2022), Amengual comenta: «Después de haber escuchado y aprendido de tanta crítica de la religión, desde Hume, Feuerbach, Marx, Nietzsche y Freud, y que sigue hasta el presente, es bueno que alguna vez nos paremos a considerar los efectos benefactores de la religión, los aspectos positivos. Esto es lo que se propone este escrito». Afirma que «no es un tratado de teología ni de filosofía de la religión, aunque puede presentar conexiones con ambas perspectivas; una y otra son fuentes de las que beben estas reflexiones, que más bien responden a experiencias religiosas. Por eso ofrecen también alguna conexión con la sociología de la religión».