Silvia Adela Kohan posa en Palma antes del primer taller. | Pilar Pellicer

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La escritora argentina Silvia Adela Kohan, que reside en Barcelona desde hace más de dos décadas, es una reputada especialista en técnicas narrativas. Por ello, Nanda Hernández dos Reis ha organizado dos talleres diferentes en Palma. El primero, en Llibreria Lluna, arrancó este martes y continuará este miércoles, y lleva por título Escriure sobre un mateix: creativitat i ofici. El segundo estará centrado en la narrativa emocional y se llevará a cabo este viernes y sábado en Drac Màgic.

Sobre el primero, Kohan explica que «escribir sobre uno mismo es fundamental, porque implica escribir el relato que te cuentas y el que cuentas a los demás, que son distintos». «De este modo, es muy sanador; la escritura me parece salvadora. Así como todos hablamos, también deberíamos escribir todos. Cuando escribes, al ser un ritmo más pausado, no te das cuenta y lo vas asociando con otras mil cosas. Dejas salir del inconsciente aspectos que no verían la luz de no ser por la escritura. Además, al escribir te conoces más a ti mismo. Por su parte, hablamos de oficio porque se puede escribir la propia autobiografía o las experiencias vividas para la ficción», detalla.

En cuanto a la narrativa emocional, Kohan destaca la importancia de la creatividad también porque «cuanto mejor te conozcas a ti y mejor conozcas a tus protagonistas, más memorable será esa novela». «Pienso que escribir te ayuda a sentir más y al sentir puedes escribir mejor. Cuanto más sientas y más trabajes tus emociones, más fácil te resultará encontrar tu propia voz», asegura. Asimismo, puntualiza que «es fundamental tener libertad interior». «Poca gente la tiene y la mayoría de autores que escriben autobiografía tienen pudor. Eso es lo primero que tienen que superar», insiste.

El cómo

Pero, ¿todo el mundo tiene una gran historia que contar? Kohan considera que sí. «Lo que importa es el momento en el que, por alguna razón, sentiste que era especial. Además, todo depende de cómo lo cuentes. Cualquier tontería se puede convertir en una gran historia si la sabes contar, con una voz no neutral, a partir del sentimiento, sea el miedo, la duda o la incertidumbre. De hecho, una voz que da muy buen resultado es la de la incertidumbre, la de no conocer del todo lo que estás narrando. Porque si sabes muy bien todo, la historia más extraordinaria puede resultar aburridísima. Lo extraordinario tiene que estar en cómo lo transmitas», matiza.

«No hay que tenerle respeto a la literatura; no es un don. No hay que ser cobarde para escribir, hay que arriesgarse para que los fantasmas salgan a la luz y se conviertan en tus ayudantes. Es imprescindible dejar que se asomen porque de esta manera te das cuenta de lo que quieres en realidad», continúa Kohan, que está trabajando en una «historia de vida a partir de fragmentos» y que se remonta a cuando tenía treinta años y vivía en París. «Ahora estoy rellenándola, un proceso que incluso me resulta más placentero que la propia escritura en sí. No la quiero terminar nunca y me ha ayudado a descubrirme más todavía. Aunque uno nunca se conoce del todo, cuando escribe descubre muchísimo», concluye.