Palabras, gestos, miradas. Imágenes que invitan a adentrarse en ese universo expansivo que es la memoria, el recuerdo de experiencias «del pasado y el presente», pero echando también un vistazo al futuro. En Gest contra l'oblit, la nueva exposición de Susy Gómez (Pollença, 1964), la creadora y performer invita al espectador a sumergirse «en su propia memoria», pero también en la «colectiva». Y lo hace con la intención de generar una atmósfera que va más allá y traspasa el espacio pictórico. La muestra se inaugura esta jueves, a las 19.00 horas, en el Espai B de Es Baluard Museu d'Art Contemporani de Palma.
Como la titánide Mnemósine –diosas de la mitología griega que formaban parte de la raza de los titanes–, Susy Gómez invade una de las salas de Es Baluard para materilizar esta exposición, un «ejercicio de investigación» que viene desarrollando a lo largo de su carrera artística. «Ha sido posible gracias a la mano y el corazón de Imma Prieto [directora del museo y comisaria de Gest contra l'oblit], me hizo esta propuesta que, aunque es orgánica, es un site-specific, y está planteada como pintura inmersiva, y de grandes dimensiones, porque abarca prácticamente la totalidad de la sala» donde se exhibe.
Una apuesta que busca generar un «espacio de libertad para que cada uno decida hasta dónde quiere y puede llegar», un ejercicio cuya naturaleza ha sido poco exprimida a lo largo de la historia del arte. Ejemplos son Monet y sus nenúfares, o los frescos de Rothko. Así, en palabras de Gómez, «el espectador queda abrazado por un paisaje interior que también remite a algo cósmico, que está fuera del tiempo, en realidad podríamos decir que aúna todos lo tiempos: pasado, presente y futuro», es un trabajo «que nos habla de la memoria por venir, o lo que es lo mismo, un gesto contra el olvido», una idea que, precisamente, da nombre a la exposición.
Gest contra l'oblit cobra ahora vida en Es Baluard, pero su punto de partida es anterior. Hay que viajar al pasado, un pasado cercano, mayo de 2022, cuando Susy Gómez desveló su obra pictórica en el proyecto Quantum, en la galería Horrach Moyà de la Plaça Drassana de Palma; pinturas de grandes dimensiones donde la creadora fusionaba sus conocimientos y experiencias. Una inmersión en un universo iconográfico que genera un juego con la imagen del mismo modo que lo hacen disciplinas como la poesía, con sus matices y desvelaciones. La intención es «que cada uno de los espectadores se reconozca» en esas piezas.
Un mundo, el de Gómez, donde la memoria es «clave» a partir de experiencias que van «de lo personal y familiar» a lo puramente «colectivo». Sobre todo, la idea desde un prisma que mira lo femenino «porque nuestra sociedad patriarcal ha tratado de borrar esos hilos que nos unen y que hablan de nuestra parte femenina y masculina; yo lo que hago es lanzar una mirada a esos hilos invisibles para rescatarlos».
Todas estas herramientas y recursos permiten que Susy Gómez, y por ende, aquellas personas que visiten la exposición, obtenga la energía necesaria «que nos dice cómo desenterrar una parte de la memoria de la que no somos tan conscientes y que es el origen de todo: esas fuerzas femeninas que han construído nuestra sociedad y nuestra cultura, pero que en cierta manera han sido enterradas. Una memoria que nos conforma como seres humanos». Y lo hace sin miedo, sin concesiones y sin adoctrinamientos.
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