Henry David Thoreau, Martin Heidegger o María Zambrano son algunos de los filósofos que han pensado el y en el bosque. Para estas mentes, estos lugares suponían algo estimulante, un espacio de reflexión y contemplación además de esparcimiento. Desde hoy, a partir de las 19.00 horas, y hasta el 1 de octubre, Es Baluard Museu d’Art Contemporani tiene su propio bosque. O algo parecido.
Se trata de la exposición Camins d’horabaixa. Iniciació al bosc, del artista Álvaro Perdices y comisariada por Horacio Fernández. Con un componente inmersivo, la muestra ocupa una sala entera para reconvertirla en un fragmento de la foresta de la Serra, concretamente de Bunyola, en el que el paisaje de las fotografías se funde con el espacio mismo del museo, cuya directora, Imma Prieto, describió la muestra como «algo muy especial».
Así pues, con tres paredes totalmente cubiertas por imágenes de gran formato tomadas por Perdices durante sus estancias como voluntario en el proyecto autogestionado de educación Ses Milanes, el espectador se ve rodeado por detalles, instantáneas visuales de la naturaleza «más allá de los caminos oficiales», como dijo Fernández, pero en los que «ha pasado algo», comentaba Perdices, ya que la presencia de los niños que asisten a Ses Milanes se nota en su ausencia, precisamente. Es decir, en sus huellas, los restos que dejan tras su paso.
Además, un gran espejo recubre la totalidad de la cuarta pared «reflejando al espectador, pero también las fotos del bosque» y todo rematado por una moqueta que «invita a sentarse, a pasear, a reconocerse aquí».
El resultado es la recreación no realista de un claro del bosque en el que simplemente estar, existir, y poner de relieve «un paisaje» que a veces pasa desapercibido, el entorno natural de la Serra, uno libre y alejado de los caminos oficiales, para «introducirle dentro del espacio del museo de manera que el público pueda plantearse estas experiencias», las que como los filósofos citados al principio (de los cuales hay lecturas recomendadas al final de la visita) les invitaron a «emprender una senda que, al acabarse, daba inicio a otra», como destacó el comisario.
El propio Perdices comentó durante la presentación de la muestra a los medios que se trata de una instalación específica para Es Baluard porque «me importa que la obra sea lo menos genérica posible» y para ello «valoro el contexto del espacio mismo», haciendo que el resultado sea «más generoso con el espectador ya que se comunica de mejor manera con él».
Cabe destacar a su vez que la muestra incluye una serie de obras de otros artistas que tienen que ver con la naturaleza y el bosque, además de la interpretación que de los mismos se ha llevado a cabo o la historia de las academias de bosque, como Ses Milanes, y se incluye un cuaderno del artista con las obras y espacios en blanco de uso libre por parte del espectador.
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