Las monjas jerónimas son las propietarias del convento de Palma. | Miquel À. Cañellas

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La Audiencia Provincial de Palma ha ratificado este martes que la propiedad del convento de Santa Elisabet de Palma, conocido popularmente como Sant Jeroni, es de la comunidad religiosa jerónima. Así, el tribunal desestima el recurso de apelación interpuesto por el Bisbat de Mallorca en el mes de agosto de 2022, cuando un Juzgado de Primera Instancia ya dio la razón a las monjas.

Según se traslada en la sentencia, «debemos desestimar y desestimamos el recurso de apelación interpuesto por la procuradora [del Bisbat de Mallorca] contra la sentencia de fecha 30 de junio de 2022, dictada por la Ilma. Magistrada del Juzgado de Primera Instancia nº9 de los de Palma, cuya sentencia, en su consecuencia, debemos confirmar y confirmamos». La institución eclesiástica deberá hacerse cargo de las costas.

Esta sentencia supone un hecho importante para la comunidad religiosa. Su martirio comenzó cuando, en noviembre del año 2014 y tan solo meses después de que las religiosas se trasladaran al Monestir de Sant Bartomeu de Inca, el Bisbat inmatriculó el Convent de Sant Jeroni.

A partir de ese momento, la institución eclesiástica reclamó en innumerables ocasiones las llaves del convento a las monjas. Todo ello desembocó en un juicio que se celebró en diciembre de 2016 en el que las jerónimas exigían la nulidad de dicha inmatriculación, con un fallo desfavorable, aunque «en ningún momento se refirió el juez a la propiedad», aclara Roselló.

Entonces, la representante legal de las monjas comenzó a trabajar en una demanda que ganaron en el Juzgado de Primera Instancia y que ahora ha ratificado la Audiencia Provincial de Palma.