El cineasta Jonás Trueba, este sábado en Palma. | Carles Domènec

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La película que ha cerrado este sábado, en La Misericòrdia de Palma, la edición 14 del Atlàntida Mallorca Film Fest, ha sido Volveréis, dirigida por Jonás Trueba (Madrid, 1981) y coescrita junto a los intérpretes Itsaso Arana y Vito Sanz. En la trama, una pareja decide celebrar su separación con una fiesta a la que invitan a familiares y amigos.

«Es una película sobre una pareja que está en crisis, habla del amor y de la necesidad de reinventarse o estimularse constantemente», apuntó el director, quien detalló que «planteamos la película como una comedia, pero luego evolucionó hacia un espíritu más híbrido». Los protagonistas son gente del cine, Arana interpreta a una directora y Sans a un actor. «A veces, percibimos las rupturas como si fueran un desastre, pero pueden verse como un cierre de algo importante que necesitamos honrar», señaló el autor.

«Una parte de la película tiene que ver con el oficio del cine y sobre cómo convivimos en este ámbito», asumió. Trueba precisó que «el cine es un trabajo particular, te hace mirar la vida como si fuera una película, es una sensación que tenemos y que hemos intentado trasladar a la pantalla», y confesó que «es normal que uno hable de lo que conoce, pero hay que intentar hacerlo de una forma que los demás puedan entender ya que no viven tu misma realidad, y ese es el reto».

Jonás Trueba (derecha) ha presentado 'Volveréis' junto al reparto de la película.

Del trabajo como coguionistas de los dos actores protagonistas, expresó que «era importante que formaran parte del proceso de la escritura del guion, ya que me gusta involucrar al actor más allá de su personaje y que sea responsable de la autoría», y expuso que «los autores siempre son escritores, aunque no firmen el guion, además ha sido muy bonito verlos durante días repensando la película y todo eso hace que, al rodar, ellos tengan un conocimiento mucho más profundo de la película y conozcan las versiones que hemos desechado, las llevan dentro».

Volveréis supone el octavo largometraje de Jonás Trueba, quien explicó que «siempre intento ir haciendo una película tras otra de manera intuitiva, sin calcular, ya que lo más importante, para mí, es hacer obra y estar siempre haciendo cine, más que cada película en sí misma», y afirmó que «ese planteamiento es una forma de quitarme presión, desde el principio necesitaba sentirme ligero, sin la responsabilidad de la industria y he preferido encontrar nuestro propio sistema de trabajo, una manera de vivir haciendo cine que fuera sostenible, sin depender tanto de los mecanismos de la industria».

El cineasta ha creado su propia productora, Los Ilusos Films. «Para encontrar mi propio sistema, he necesitado mi productora y poder tener mi escala de trabajo», indicó Trueba, quien aseguró que «lo de la libertad es relativo porque no tenemos libertad, el cine es un arte tremendamente condicionado por mil factores de todo tipo y hay que aceptarlo». El realizador dijo que se solía ver «más como productor que como director porque una película se hace, se produce y la dirección es algo que está dentro de esa producción».

Jonás es hijo de Fernando Trueba, al que dirige en Volveréis. De Fernando surgió la idea de celebrar un divorcio. Precisamente Jonás le dirige en el papel de padre de uno de los protagonistas. En la familia Trueba, hay que añadir a su tío David. «El cine es nuestro oficio, nuestra vida, una manera de estar en el mundo y respirar», declaró el pequeño de los Trueba, quien recordó que «mi padre empezó a hacer cine en los años 80, durante la efervescencia post-franquista y con la necesidad de contar historias y se subió a una ola renovadora de un país después de años de censura; David comenzó en los 90, el país había cambiado y era un momento de riqueza, de país nuevo rico; y yo llego al cine en plena crisis mundial, de España como país y del cine, con la transformación del proceso fotoquímico al mundo digital, y el paso del siglo XX al XXI».