Desde su arranque, Let it be blue deja en claro que los californianos siguen siendo uno de los conjuntos más inclasificables del nuevo milenio, que su cóctel sonoro electro-dance-punk no se agota y que Stranglers, New Order, The Clash y los Talking Heads continúan siendo sus luminarias, sus mentores y referentes inamovibles para, a partir de ahí, crear un universo musical original y espasmódico, de lo más estimulante que se puede encontrar en estos días.
Escena
Tras dos décadas poniendo patas arriba la escena musical, Nick Offer y compañía regresan con el noveno álbum de su sólida carrera. Un disco enérgico y vital que por momentos se envuelve en un house noventero, para luego sumergirse en las atmósferas siempre elegantes de New Order, y que cuenta con una maravillosa versión de Man on the moon de R.E.M. Este conjunto de canciones incesante, expansivo y salvajemente divertido sigue aferrado a la ‘marca de agua' del grupo. Encontramos el mismo desborde ácido en los teclados, el mismo nervio vocal y la misma urgencia en unas guitarras afectadas de un punk despojado de su rabia, descontento y nihilismo. Todo lo contrario, lo suyo es música bailable y entusiasta.
Como demuestran singles tan gloriosos como ese Me And Giuliani Down By The School Yard, de 2006, con sus nueve minutos de puro ritmo, éxtasis guitarrero y regusto ‘mancuniano'. Ya saben… esos sonidos que agitaban el club La Haçienda de Manchester en los 80, la escena clubber más gamberra y underground. Tras este tema, otros singles llegarían para seguir con el legado fiestero de nuestros protagonistas, tan adictivo como su puesta en escena.
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