La escritora de ‘Nada más ilusorio’, Marta Pérez-Carbonell, que ha triunfado con la que es su primera novela.

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Marta Pérez-Carbonell estudió Literatura Inglesa en España y Literatura Hispánica en Inglaterra. También es medio menorquina y pasó los veranos de su juventud en la isla. Durante las vacaciones solía escaparse a Mallorca con su madre y su hermana y se alojaban en el Hotel Mirabó de Valldemossa. Ahora, sus personajes Rocco y Terry también disfrutan de unos días en la isla de la calma en su primera novela, Nada más ilusorio (Lumen). Este debut desborda humanidad y sumerge al lector en el mágico poder del contador de historias. Pérez-Carbonell (Salamanca, 1982), quien actualmente reside en Nueva York, es profesora de Literatura Hispánica en la prestigiosa Universidad Colgate. Tiene un acento difícil de ubicar, probablemente influenciado por sus años en el extranjero y el inglés que habla desde hace tiempo. Este matiz en su habla hace que escucharla sea tan ilusorio como su novela.

Nada más ilusorio se centra en Alicia, quien, tras dejar Madrid para trabajar en Londres, se ve obligada a viajar frecuentemente a Edimburgo. En uno de esos trayectos en un tren nocturno, comparte el vagón con dos neoyorquinos: Terence, un escritor y profesor universitario, que viaja con su amigo y discípulo, Bou. Durante su conversación, revelan fragmentos de sus pasados y Terry recuerda a Hans, un joven que se convierte en la inspiración para su exitosa novela Rocco. El éxito de la publicación trae consigo conflictos que amenazan con desmoronar la confianza, la amistad y la verdad.

En una videoconferencia desde Asturias, Pérez-Carbonell explica que la novela comenzó a gestarse hace una década, cuando vivía en Londres y tomaba un tren diario para ir a la universidad. «Siempre me han provocado curiosidad los extraños en los trenes y lo que uno comparte con esas personas con las que solo se cruza», afirma. Agrega que el tren, con su contraste entre la inacción interna y el movimiento externo, la inspiró para contar historias: «Ese primer motor estaba ahí y el principio de la novela fue un poco lo que yo había empezado a imaginar en mis trayectos a la universidad. Siempre supe que un personaje había escrito una novela, que yo también quería escribir y que se tejería con la historia del tren. El tren me evoca el relato, seguramente fruto de lo leído y del cine, pero me gusta la inacción de un compartimiento comparado con el movimiento del exterior. En lugar de hacer, me daba la oportunidad de contar».

La escritora revela que fue Rosa Montero quien la animó a escribir ficción. Pérez-Carbonell había dedicado años a estudiar y escribir sobre otros autores, principalmente Javier Marías. Hasta entonces, había algo que la detenía: «Cuando llevas toda la vida estudiando literatura, sabes que hay mucha literatura mala, que se escribe cualquier cosa, pero yo sentía una presión por no escribir cualquier cosa; el listón estaba muy alto». Su amistad con Montero surgió gracias a su amor compartido por los reptiles tras una charla que esta dio en Londres. La reconocida autora la incentivó a explorar la ficción: «Sentí que, de repente, esta persona que siempre había sido una voz estaba encarnada en una persona real». La describe como su «madrina», pues llamarla «hada» le parece «demasiado cursi».

A pesar de sus temores, Pérez-Carbonell se dejó llevar por el traqueteo de la historia y concluyó el manuscrito en otoño del 2023. Luego empezó el arduo periodo de no saber qué hacer con el texto, pero «como en todo en la vida, hace falta un poco de suerte y creo que tuve un poco», porque encontró a su agente literaria en noviembre, quien rápidamente le ofreció varias opciones editoriales, entre ellas Lumen y su editora Carolina Reoyo. Para ella, colaborar con Reoyo, que había editado a Marías, fue como «cerrar el círculo». Ahora el libro ha sido traducido a diez idiomas.

La escritora sabía desde el principio que Mallorca debía ser uno de los escenarios de la novela, pero el desafío era decidir el cómo. En la historia, Rocco y Terry pasan las vacaciones en Mallorca, explorando lugares como Raixa y la casa de Robert Graves en Deià. «Quería que mis personajes experimentaran el aislamiento que ofrece una isla», explica. La belleza y el aislamiento de Mallorca se transforman en escenarios fundamentales de la novela. «Me interesaba», aclara Pérez-Carbonell, «convertir en ficticios lugares que tuvieran ese potencial. Para mí, esa parte norte tiene algo de escenario ficticio porque hay momentos del día en los que la luz refleja en esos edificios y en esas calas y en ese mar y en esas montañas de una manera que parece un escenario, como si fuera un decorado casi de lo bonito que es».

Nada más ilusorio es una novela concebida como una matrioska, con historias dentro de la historia, acercando a tres personajes desconocidos que comparten un relato. A través de este intercambio, la obra invita al lector a reflexionar y extraer sus propias conclusiones sobre la verdad, la amistad, la traición y el papel de quienes se entregan sin esperar nada a cambio. Este debut no solo reafirma el talento narrativo de Marta Pérez-Carbonell, sino que también destaca su habilidad para explorar la esencia de la condición humana a través de sus personajes y escenarios. Su experiencia internacional y su amor por la literatura se reflejan en cada página, ofreciendo a los lectores una visión única del mundo a través de su mirada literaria.