El fotógrafo podría pasar por un jubilado británico más, pero a sus 73 años y a pesar de depender de un andador sigue trabajando. La marca de calzado Camper ha fichado al hombre más travieso e irónico con la cámara para la próxima publicación de la revista The Walking Society y para la nueva campaña de la firma.
El Alaska
Parr llegó el domingo pasado a Mallorca y estuvo realizando fotografías a diferentes personas por la tarde en Palma, donde cenó en la hamburguesería Alaska. Gozó. El lunes hizo fotos a varios artistas jóvenes españoles y franceses en la Fundació Miró y también en una fundación de conservación del buitre negro. La jornada finalizó en La Bibi Gallery con la artista Ela Fidalgo y sus obras.
El fotógrafo pide una Coca-Cola en el restaurante Albatros de la calle Marina, en el Port de Sóller. Los clientes que hay en la terraza posiblemente no saben que el hombre que luce una camisa florecida es uno de los fotógrafos más prestigiosos del mundo.
–Aquí tienes maestro–, dice el camarero que le sirve el refresco.
El «maestro» que mejor ha retratado a la clase media británica ha trabajado en Mallorca en anteriores ocasiones, pero no puede precisar la fecha. «Es una Isla preciosa llena de turistas como Benidorm». La primera vez que estuvo en Mallorca hizo fotografías a turistas bajando del avión cuando llegaban a la Isla y, al cabo de una semana, los retrataba de nuevo subiendo a la aeronave.
A Martin le obsesiona el turismo. En 1996 publicó un libro titulado Small world, que analiza la forma en la que los turistas se comportan en los distintos destinos. «Magaluf es como Benidorm en pequeña escala, pero creo que Benidorm es mejor».
–¿Por qué?
–Bueno, me gusta Benidorm, tiene playas preciosas y los españoles van allí más que nadie a pesar de la reputación de los ingleses y los alemanes.
Parr considera que a los ingleses les gusta Mallorca porque es «barata» y el clima es «bueno». No ha tenido tiempo de visitar sus playas. «No soy un agente de viajes», bromea. «¿Magaluf tiene una playa también, no?», pregunta el fotógrafo, que lleva desde los 18 años capturando estampas en las playas y que dedica uno de sus más de 100 fotolibros a ellas: Life’s a beach.
‘Kitsch’
«Las fotos que hacemos nos definen», asegura. «Hablan sobre tu relación con el mundo». La relación de Martin Parr con el mundo es colorida, humorística, satírica y con dosis de kitsch. Es divertida y crítica.
–¿Cómo se identifica una foto de Martin Parr?
–No lo sé, eso me lo deberías decir tú (ríe). Colores brillantes, quizá flash. No lo sé, no te lo puedo decir, de verdad.
El británico diferencia con facilidad a un fotógrafo bueno de uno malo. «Con una buena fotografía puedes contar la historia que hay detrás».
Si sus imágenes se expusieran en agencias o en revistas de viajes «nadie viajaría a ningún lado, mis fotografías advierten del turismo masivo». Martin Parr vuelve a su andador y se aleja como un jubilado británico más en el Port de Sóller con su camisa floreada, sus sandalias de pescador (sin calcetines y sin cámara).
Un fotógrafo irónico y travieso en una agencia tradicional
Parr es miembro de la agencia de fotografía Magnum desde 1994. Sus instantáneas, irónicas y traviesa, no encajaba al principio con el estilo de la empresa. El fotógrafo Henri Cartier-Bresson acudió a una exposición del británico y al salir dijo que era de otro planeta. Los colores chillones y saturados de Parr le chirriaban, pero al final sucumbieron al mundo de Parr, que acabó siendo presidente de la agencia entre 2014 y 2017.
El cineasta Lee Shulman ha hecho una película sobre la vida del fotógrafo que se titula I am Martin Parr y que llegará a Filmin en febrero de 2025. Mientras tanto el británico ultima su autobiografía, que también verá la luz el año que viene.
2 comentarios
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Otro gurú... Pues da ejemplo y ayuda a que no vuelva
CAMPER mem si comences a donar feina als mallorquins i te deixes de xorrades. Amb tots els asesors que tens, no veus que es joves actuals pasen de sa teva marc