El músico mallorquín Juanjo Monserrat posa en su estudio en su nueva casa en Lloseta. | Pilar Pellicer

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Hay quien cree que la suerte no se busca, sino que se encuentra. Juanjo Monserrat cree en ella, en la fortuna, pero no es ingenuo: «Si no compras lotería no te puede tocar». Esto implica estar abierto a las oportunidades, como girar con Rels B por todo el mundo; colaborar con Sebastián Yatra, salir en Got Talent o irse a vivir a Madrid y fichar por Sony. Ahora vuelve a Mallorca para centrarse en su proyecto personal del cual tendremos un nuevo tast este viernes con Si tu no m’estimes, su nuevo single.

¿Por qué volver a Mallorca?
Un mallorquín siempre vuelve. Esta etapa en Madrid ha sido atípica en la vida de un músico de Mallorca, pero después de tres años viviendo allí centrado en proyectos musicales de otra gente, llegaba el momento de desconectar con la industria.

¿Cómo ha notado el regreso musicalmente?
Era un iluso. Saqué Disco Magic y te crees que al volver estarás donde estabas, pero es volver a empezar de cero. No me planteo hacer más discos, mi disco insignia es Més que amics (de 2022). La tendencia es sacar contenido mensualmente si quieres ser relevante para el público y para eso hay que sacar singles.

Eso es Si tu no m’estimes, ¿qué puede contar de este tema?
Lo empecé en Madrid y lo terminé aquí y es mi forma de decir que he vuelto. El videoclip lo grabamos mi chica, Aina Forteza, y yo yendo a mi piso de Madrid a vaciarlo y volver a la Isla. Lo ha editado Jokki [conocido como Joaquinpa, también de Mallorca].

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El Latin Grammy que Juanjo ganó como uno de los compositores de 'Tacones Rojos'.

¿Cuál es su relación con la industria nacional ahora?
Me he quitado de encima hacer sesiones casi diarias y mucho trabajo que luego no da frutos. Ahora si me llaman es para una canción en concreto que va a salir. Me he quitado no saber qué va a pasar. El año que viene tendré temas con David Bisbal, Álvaro Soler, Lola Índigo, puede que alguna de Ana Mena, y sigo trabajando para compositores muy top como Karol G o Christian Nodal, y tendré que volver a Madrid de vez en cuando, pero es diferente.

Se le nota desapegado a la industria, ¿a qué se debe?
Hay muchas decisiones que no están en tu mano y mucha gente detrás que son los que deciden. En un mes puedes hacer 20 sesiones y sacar temazos, pero la mayoría no ve la luz y me cansé. Quiero hacer una canción y, si me gusta, sacarla. No me gusta perder el tiempo en proyectos de otra gente que ni salen porque un tío de la discográfica decide que no les encaja. Dejo un Madrid que no me representa.

¿Se ha llevado muchos chascos musicalmente hablando?
Unos cuantos. Al firmar con Sony pensaba que sería espectacular, que trabajaría más, que las cosas en que trabajo iban a salir, etcétera. Al ganar el Grammy pensé que me llamaría más gente e iría más a Miami o Los Ángeles. Cuando dejé a Rels B creí que alguien me llamaría para ir de gira. Nada de esto pasó. A veces pienso que igual no soy tan bueno o no sé cómo funciona esto y te frustras y te quemas.

¿Por qué se fue en primer lugar?
Se juntaron muchas cosas. Empezaba a brillar el proyecto artístico, saqué tema con Tomeu Penya, salí en Got Talent y giré con Rels B. Llevas toda la vida tocando en Mallorca y se te abren puertas y decides tirar por ahí. La idea era seguir con mi música en mallorquín y, si podía, tocar con gente top, pero una vez hecho hay una vocecilla que dice: ojalá me hubiera dedicado más a mi proyecto. Lo otro me ha dado muchas cosas, pero estar fuera de la Isla te entierra y ahora tengo que pasar por el aro.

¿Son comparables la industria local y la nacional?
Son muy parecidas, pero a una escala diferente. En Mallorca se da el mismo fenómeno, discográfica y artísticamente hablando. El mercado está copado por nombres potentes como O-Erra, Xanguito y Maria Hein, y al resto nos cuesta entrar. No digo que ellos no se lo hayan currado, pero es lo mismo que a nivel nacional con Quevedo, Lola Índigo o Aitana.

¿Qué le da Mallorca?
Bienestar, calidad de vida y que vuelvo a ser yo. Este Juanjo que se ha puesto a hacer reggaeton por la cara no soy yo. Aquí puedo hacer la música que me gusta, cuando quiero y con quien quiero. Soy fiel a mí mismo y al músico que quiero ser.

¿Qué músico es ese?
Uno que aprecia la música y hace honor a mi familia, todos músicos. Quiero hacer algo que represente a otros músicos. Me gusta hacer cosas para el público, pero también para mí, para que los que saben de música noten que no es un refrito.

¿Cuál es su objetivo en Mallorca?
Establecerme como una de las figuras de la música mallorquina más relevantes. Tengo entrevistas de hace años en las que digo que sería feliz con ser el Tomeu Penya del siglo XXI. Va a costar un montón, pero mi objetivo es establecerme como uno de los artistas top de Mallorca.