- Ser organizado: ya que si se procesa el trabajo ahorrará tiempo. Las redes funcionan 24 horas al día y si no tienes una disciplina puedes volverte esclavo del ordenador.
- Ser creativo: tenemos que saber sorprender. Los que consumimos nos aburrimos de ver más de lo mismo. Aunque por otro lado, tampoco se trata de cambiar a diario nuestro estilo de contenido ya que es bueno seguir una línea. Tenemos que aprender a equilibrar.
- Ser social: trabajamos con personas y se nota cuando el que está detrás de las redes disfruta y es cercano. No se trata solo de subir contenidos y ya está, tenemos que dedicar parte de nuestra jornada a leer e interactuar con nuestras comunidades y hacerlas crecer.
- Ser analista: todo lo que hacemos se puede y se debe medir. Tenemos que mostrar resultados a nuestros clientes. Además existen infinidad de herramientas que nos pueden ayudar en esta tarea. Deberemos medir alcance pero también otros parámetros como cantidad de contenido posteado, interacción, crecimiento, efectividad de los ads, etc.
- Ser marketinianos: tenemos que trabajar en equipo con el departamento de marketing de las empresas y comprender a la perfección de qué nos están hablando y adaptarlo a los canales de comunicación online.
- Ser curioso: cada día salen noticias con novedades sobre las diferentes redes, si eres curioso serás “early adopter” (el primero en querer probarlo) y sabrás si esa nueva implementación se puede aplicar a alguna de las estrategias de tus clientes.
- Ser usuario activo de las redes: esto no es necesario, pero sin duda, los que son más activos conocen cómo se mueven los usuarios por las redes sociales.
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