Joaquín Ibarra y Miguel Ángel Serra supervisando el montaje de equipos. | DE

TWL
0

El primer evento que organizaron Miguel Ángel Serra y Joaquín Ibarra fue el concierto de El Canto del Loco en el año 2004 en el parque Reina Sofía, donde se agotaron las entradas y se registraron 19 lipotimias de fans. “Fue el primer concierto que hicimos con un volumen de público importante; ese día entendimos lo que es trabajar en esto”. También guardan en la memoria con cariño el primer concierto de Ressonadors que organizaron, “por lo emotivo que fue y lo que ha significado después”, y su apuesta de organizar la primera feria de la cerveza en Eivissa. Desde ese primer concierto de El Canto del Loco, Eventos Musicales Ibiza no ha parado de organizar actos en la isla de Eivissa y han traído a artistas como Fito y Fitipaldis, La Oreja de Van Gogh, Malú, M- Clan, Antonio Orozco, David de María, Melendi, Carlos Baute, entre otros, y han puesto su “granito de arena” en proyectos locales que ya forman parte de la historia musical de Eivissa, como Ressonadors, Statuas d.Sal o el festival Festibosc.

La empresa vio la luz en el año 2003 después de que Miguel Ángel y Joaquín Ibarra, que se conocieron “hace ya muchos años” en una pequeña radio local, recibieran “muchas peticiones” de los oyentes. “Nos dimos cuenta de que muchas de las giras de los artistas nunca pasaban por Eivissa y las propias instituciones nos preguntaban qué programar en sus fiestas”, añaden. Y así fue como empezaron, con un primer encargo institucional y un proyecto personal. “Ambos salieron bien y nos animó a continuar”. Ya han pasado 15 años y la valoración de la trayectoria profesional no podría ser más positiva: “Estamos más que satisfechos; es muy difícil arrancar un proyecto empresarial desde cero porque no tienes experiencia ni dinero, y normalmente hay pocos apoyos. Así que la única forma es trabajar duro y no rendirse; estamos muy satisfechos de todo lo que hemos hecho en estos 15 años”.
Para poner en marcha su negocio cada uno aportó 3.000 euros, que era “lo mínimo” para crear la empresa. Para el primer gran proyecto que organizaron pidieron a una caja de ahorros un crédito de 60.000 euros a tres meses “sin ni siquiera pedirnos aval; definitivamente, eran otros tiempos, ahora sería imposible”. Si bien cuentan con 15 años de experiencia, ambos socios mantienen intacta la ilusión de cuando empezaron: “Intentamos aprender algo nuevo siempre. Ya no somos tan jóvenes, pero no hemos perdido la ilusión del principio porque todavía nos emocionamos cuando las cosas salen bien y sufrimos cuando se tuercen”.

DEFINICIÓN. Pero, ¿cómo podrían definir su actividad? ¿En qué consiste exactamente su trabajo? “Decimos que somos el 112 de los eventos porque en nuestro trabajo debes coordinar y dar soluciones a todos los aspectos de un evento, desde la contratación, la adecuación del recinto, la solicitud de permisos, publicidad, seguridad de los asistentes, transporte, alojamiento y coordinación de los diferentes equipos de trabajo”, explica Miguel Ángel, quien señala que esta descripción es válida “en circunstancias normales, porque en este trabajo los imprevistos están a la orden del día y si además de productor eres el promotor, la presión se multiplica aún más”. Una de las cuestiones a la que dan más importancia es la seguridad: “Es fundamental y una de nuestras obsesiones. Las concentraciones de mucho público siempre generan situaciones de riesgo, por lo que hay que preparar un plan de autoprotección que redacta un ingeniero en base a las características del recinto; se presta mucha atención a las salidas de emergencia para que sean suficientes en número y dimensión; tienes que contratar seguros de responsabilidad civil y en la fase de planificación intervienen la asistencia sanitaria, Policía Local, Nacional, Guardia Civil y el propio equipo de controladores de acceso y vigilantes de seguridad del evento. La gente seguramente no es consciente pero hay muchas personas velando por su seguridad en un concierto o evento”.

INSULARIDAD. Uno de los principales inconvenientes que encuentran a la hora de desarrollar su actividad es la insularidad, “que eleva los costes”. “Muchas veces es imposible acceder a espectáculos o eventos por estos problemas. Por ejemplo, los grandes musicales que se estrenan en la Península a veces parece que tienen un precio razonable, pero cuando tienes que sacar pasajes de barco para cinco camiones, 50 billetes de avión y otras tantas habitaciones de hotel te das cuenta de que es imposible”. La parte positiva, según cuentan, es la proyección de la marca Ibiza, que “tiene mucha fuerza”.

Pero si hay algo indispensable para organizar conciertos y eventos es la paciencia, una virtud que reconocen como necesaria tanto Miguel Ángel como Joaquín. “Suele ser fundamental para tratar con equipos de producción y representación de artistas, pero también relacionada con el cliente final. Siempre decimos que nuestro trabajo requiere de grandes dosis de paciencia y diplomacia”.

Sobre si es cierta la imagen de caprichosos que pueden llegar a tener algunos artistas, los socios de Eventos Musicales Ibiza destacan que nunca han tenido problemas con ninguno de los artistas que han traído, pero reconocen que cuando se firman los contratos “incluyen una serie de peticiones, que van desde un modelo de vehículo concreto, un licor o vino de determinada marca, peticiones de decoración del camerino… Al final es una parte más del trabajo; muchas veces no sabes ni siquiera si el artista es consciente de lo que pide o es el mánager o la agencia la que exige esas condiciones. Normalmente, cuanto más grande es el artista más exigentes son”. Como anécdota cuentan que los artistas por lo general “suelen quedar encantados” con la isla después de visitarla e incluso hay alguno “que ha apurado tanto la salida que ha perdido el avión. No se quieren marchar…”, explican los socios de esta empresa de organización de eventos.

TRABAJO. Inicialmente, Miguel Ángel y Joaquín lo hacían todo en la empresa, incluso “pegaban” los carteles. En la actualidad tienen un equipo de producción habitual de cinco personas que se adapta a cada evento y al que hay que sumar todo el personal necesario para llevar adelante cada proyecto. Los socios calculan que este año han creado 300 puestos trabajos temporales. Para mantener actualizado el negocio, cada año invierten en torno a un 20% de los beneficios anuales, “pero no es una cifra totalmente fija porque depende de las necesidades de la empresa”.

Los socios reconocen que su sector ha sido uno de los más afectados por la crisis económica ya que “el cliente número uno de las productoras suele ser la administración, y con la crisis los ayuntamientos dejan de contratar artistas para sus fiestas”. Sin embargo, en su caso reconocen que la delicada situación económica “no nos ha afectado tanto; estos últimos cinco o seis años han sido los mejores de nuestra empresa”. ¿Cómo se ven dentro de otros 15 años? “Esperamos seguir disfrutando de nuestro trabajo como lo hacemos ahora. Ojalá sigamos creciendo y dentro de 10 años Eventos Musicales Ibiza siga siendo un referente en el sector”, concluyen los socios.