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Al final del verano de 2014, muchos habían perdido la esperanza de ver a Magaluf convertido de nuevo en un resort seguro y apreciado por el turismo familiar y de calidad para la clase media europea. A pesar de la enorme inversión y esfuerzo que nuestro Grupo, junto con el Govern y el Ajuntament de Calvià, ha venido realizando durante los últimos 4 años, para reconvertirlo y gestionar el cambio de su posicionamiento, un gravísimo incidente, divulgado de manera viral por las redes sociales, hundía nuevamente la reputación de Magaluf hasta lo más profundo.

Aquel desgraciado hecho, sin embargo, tuvo la virtud de hacernos reaccionar ante la evidencia de que estábamos dejando morir a un destino turístico que tiene la belleza, la ubicación y el potencial para seguir proporcionando prosperidad a toda su comunidad durante muchos años.

A través de una dura carta abierta a los medios, explicitamos por primera vez que Mallorca “no necesita a determinados tipos de turistas” y, gracias a la extraordinaria colaboración de la Delegación del Gobierno ( involucrando al propio Foreign Office británico) unimos nuestras fuerzas con la Conselleria de Turisme, el Ajuntament de Calvià, y otros actores privados, y fuimos capaces de revertir la situación del orden público, la vulneración de las ordenanzas y la convivencia en la calle Punta Ballena y aledaños, foco de las prácticas que generaban mala imagen e inseguridad, expulsando a los turistas de calidad.

Esta normalización social era básica para detener el crecimiento de una clientela hooligan que crecía en detrimento de clientela familiar o adulta de mayor poder adquisitivo, y recuperar el posicionamiento como un excelente destino para vacaciones de familias, parejas, jóvenes y adultos, libre de los excesos y el desfase.

Y en el año 2015 hemos demostrado que este cambio era posible, hemos llenado hoteles con otro tipo de público, más rentable e interesante, y se han reducido notablemente las llamadas “excursiones etílicas”. Incluso, los medios británicos más serios han comenzado a reflejar la realidad de este cambio en Magaluf.

Esta “ola” del cambio, que poco a poco va contagiándose a otros negocios de la zona, nos llevará a seguir apostando por el destino, incorporando socios e inversores atraídos por su potencial y por la seguridad jurídica ofrecida por la legislación turística, y para 2017 esperamos haber reformado completamente el hotel Jamaica, hoy cerrado, y finalmente, reposicionar el emblemático Sol Antillas tras una ambiciosa reforma.

Así seguiremos creando puestos de trabajo (más de doscientos solamente en el futuro hotel Jamaica), modernizaremos la segunda y tercera línea de mar, y nos dotaremos de un modelo turístico sostenible y de futuro, ejemplo y referencia para cualquier destino maduro. Pero ahora más que nunca seguimos necesitando del impuso y el apoyo de nuestras instituciones, y de la unión e involucración de los distintos actores sociales de la zona.