En mi última colaboración con El Económico citaba lo que para mí era un problema (actual): el que las bicicletas circularan por las aceras, y que -de no hacer nada- se iba a convertir en un “problemón”. Por otro lado, recientemente leía, y no con cierta satisfacción, que en Barcelona se acabará en enero de 2019 la moratoria que permitía a las bicicletas circular por las aceras, algo que, en mi opinión, nunca debería haberse tolerado porque los peatones también tenemos derechos. En cualquier caso aplaudo el fin de la medida sobre todo por uno de los argumentos que la justifican: la ciudad ya tiene 200 kilómetros de carril-bici. Es importante que las ciudades se vayan preparando, dentro de sus posibilidades, a lo que se espera de ellas en el futuro. Pese a mis quejas sobre las bicicletas, estoy muy a favor de este medio de transporte por sus innegables beneficios para la salud de las personas, para el de las propias ciudades y para el medio ambiente.
La transformación de las ciudades
31/08/18 11:06
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