Juegos infantiles para niños en el claustro del Museo de Menorca. | Gemma Andreu¶

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El regalo de celebración para el trigésimo aniversario de la inauguración del Museo de Menorca supuso el verano pasado el estreno de la reforma de su exposición permanente con el que la institución menorquina pudo completar la remodelación integral de su discurso museográfico, así como la adecuación de diversas zonas como la recepción, las salas temporales, el taller de restauración, el espacio didáctico y el familiar.

Unos trabajos que incorporaron un conjunto de intervenciones de mejora en las instalaciones museográficas con una inversión de 525.785 euros, íntegramente financiados por el Ministerio de Educación, Cultura y Educación. Desde entonces, la afluencia de entradas ha crecido exponencialmente, llegando a casi 21.000 personas en 2018, con un fuerte incremento del visitante local. De este modo, el Museo de Menorca ha conseguido convertirse en una opción de ocio para el público familiar.

EL NUEVO MUSEO. La exposición permanente ha sido siempre el eje vertebrador de la visita a cualquier museo y la carta de presentación para el visitante. En el nuevo discurso museográfico estrenado en julio de 2018 se ha logrado pasar de ser un museo generalista a ser un museo de la historia de Menorca, tal y como explica su directora, Carolina Desel. “A partir de unas áreas temáticas que se han elaborado sobre el trabajo de diferentes especialistas en arqueología y en historia de la isla, hemos podido introducir las claves para comprender la evolución histórica de Menorca”, comenta Desel.

“De este modo el visitante inicia la visita a la exposición permanente con un audiovisual que le presenta las claves y la caracterización geográfica e histórica de la isla para luego iniciar un recorrido que va desde la prehistoria, la explotación de sus recursos agropecuarios, la diversidad de culturas y pueblos que han habitado Menorca, la conquista catalana, la influencia británica, la organización social tradicional, la insularidad y la importancia del mar, el crecimiento de la época contemporánea, el desarrollo social, económico y cultural y la relación entre el medio y las personas a través del paisaje”, añade.

“La elaboración del recorrido de las áreas temáticas de la nueva museografía del Museo de Menorca se ha hecho con el análisis de sus colecciones, incorporando aquellos objetos procedentes de las excavaciones más actuales, pero también con la introducción de aquellos aspectos importantes de su historia en los que las colecciones no permitían ofrecer un guion exhaustivo de la historia de la isla”, puntualiza la directora.

En el nuevo discurso museográfico se ha incorporado material no expuesto hasta el momento y se ha apostado por piezas enteras para una mayor legibilidad por parte del visitante, ya que desde su inauguración, en 1998, la colección del museo había visto incrementar sus fondos en más de un 50%, unos incrementos fruto del resultado de las diversas excavaciones que habitualmente se producen en Menorca, cuya actividad arqueológica es muy rica en sus 1.200 yacimientos, además de las donaciones recibidas por el centro.

Museo de Menorca

Otra de las claves de la reforma ha incidido en poder dotar al Museo de Menorca de un amplio conjunto de materiales de apoyo a la visita, procurando la máxima accesibilidad y con el objetivo de dar las claves y pautas para proporcionar una correcta interpretación de los contenidos y ordenamiento de las colecciones y de su nueva presentación en las salas. “Se han incorporado también las ayudas y los recursos tecnológicos necesarios para favorecer el acceso a los contenidos a personas con diferentes discapacidades”, comenta Carolina Desel.

“Siempre hemos tenido una clara vocación didáctica y comunicativa que hemos querido trasladar a partir de una mejora en la calidad del lenguaje escrito y visual, así como en el terreno idiomático, con la utilización del catalán, el castellano y el inglés en todos los soportes informativos”, añade.

Aprovechando la privilegiada ubicación que tiene el Museo de Menorca, situado alrededor de un claustro barroco de planta cuadrada de la segunda mitad del siglo XVII en el Convent de Sant Francesc, en plena fachada marítima del puerto de Maó, también se ha querido presentar la historia del edificio así como un apartado de exposición que se ha destinado a traspasar los propios muros para difundir la riqueza arqueológica y monumental de la isla. “Volvemos a reivindicar aquello de que Menorca es un museo al aire libre”, enfatiza Desel.

CRECIMIENTO. Las visitas al Museo de Menorca llevan un periodo de crecimiento sostenido desde hace cinco años, tal y como demuestran las estadísticas. Desde 2011 han pasado por sus instalaciones 157.154 personas y en los meses de julio, agosto y setiembre las cifras de turistas que llegan al museo suman las diez mil personas, pero desde la institución se ha trabajado especialmente en acercar al visitante local.

“En los últimos años hemos conseguido aumentar la afluencia de público local un 30% y eso que veníamos de un 7%. Para conseguirlo se ha creado una programación estable de manera periódica con actividades mensuales dirigidas a familias y también a público adulto”, explica Carolina Desel. “La música y las gastronomía son dos de los ingredientes con los que también hemos conseguido acercar el gran público al Museo a través de colaboraciones con la asociación gastrocultural Fra Roger o el hecho de acoger eventos como el Brunch Festival”, señala Desel.

“También nos hemos acercado más a las escuelas en nuestra relación habitual, multiplicando por tres las visitas recibidas. En este sentido contamos con el apoyo de una empresa socioeducativa que contribuye a que el público infantil se sienta más atraído y también contribuye a incrementar las visitas del público familiar, que empieza a tener en cuenta el Museo de Menorca como una opción para su ocio de fin de semana. Todavía nos queda mucho por hacer, pero hemos sentado las bases para llegar a serlo. Para el próximo mes de julio se ha programado una escuela de verano para niños”, concluye.