De izquierda a derecha, Llorenç Galmés (PP) y Pedro Bestard (Vox), el pasado viernes en el Consell. | Jaume Morey

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La firma del preacuerdo PP-Vox en el Govern, que todavía está por desarrollar y negociar, ha activado las conversaciones para que el ‘popular' Llorenç Galmés sea presidente del Consell de Mallorca. Hasta ahora, el objetivo del PP ha sido encauzar el apoyo para las investiduras de Marga Prohens y de Jaime Martínez, que desde el sábado es alcalde de Palma. Resuelto esto y encaminada la presidencia de Prohens, Galmés ha puesto en marcha la negociación en la institución insular, donde tiene asegurada la presidencia. La normativa establece que, en caso de no ser investido en la primera votación, pasadas 48 horas el candidato de la lista más votada será proclamado presidente.

Galmés se verá este jueves con los cabezas de lista del PSIB-PSOE, Catalina Cladera, y de Més per Mallorca, Jaume Alzamora. También se citará esta semana con Pedro Bestard, de Vox, y Antoni Salas, del PI. Se trata de una primera toma de contacto, algo informal, para conocer qué propuestas tiene cada partido y explicar qué puede ofrecer el PP, como lista más votada, a cambio de ganar apoyos.

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La incógnita será qué peso tendrá Vox en estas negociaciones. El PP no necesita la abstención o los votos favorables de este partido porque el reglamento es muy claro y, de hecho, su idea es replicar la fórmula de Cort, donde Vox se abstuvo pero ha quedado en la oposición. Sin embargo, la duda es si alguna decisión externa a la negociación del Consell puede influir, obligando a que la extrema derecha entre en gobierno insular. Es decir, que la institución sirva de moneda de cambio para equilibrar intereses. Al margen de esto, desde Vox tienen claro que, si se quedan en la oposición, serán muy duros.

El PP, de esta manera, tendrá por delante una legislatura complicada, en la que tendrá que pactar continuamente con Vox para sacar adelante los presupuestos anuales u otros cambios normativos de calado, como la modificación del Pla Territorial Insular o el Pla d'Intervenció d'Àmbits Turístics (PIAT). Para aprobar iniciativas de cultura y lengua que Vox rechaza, el PP se podrá buscar el apoyo puntual del PSIB, Més y el PI.