El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. | Efe - Enric Fontcuberta

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El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, ha hecho un llamamiento a «reforzar» la defensa de la lengua y cultura catalanas, frente a la «ofensiva» y la «amenaza» de los «nacionalismos de Estado» y unos pactos entre PP y Vox que suponen «un claro mensaje de hostilidad».

En el Patio de Carruajes del Palau de la Generalitat, en Barcelona, Aragonès ha encabezado el acto institucional con motivo de la Diada de Sant Joan, en el que ha habido interpretaciones musicales por parte de la compositora Maria Jaume y lecturas de textos literarios por parte de las actrices Carol Rovira y Glòria Sirvent. En su intervención, Aragonès ha destacado la «celebración de la vida compartida y del paso del tiempo» que supone la verbena de Sant Joan, pero también la «conmemoración y la reivindicación de la lengua catalana» en diferentes territorios de los «países catalanes».

Una lengua que «no es un tesoro que hace falta proteger o patrimonializar», ha opinado el president, sino que es «un activo o una puerta abierta a compartir esta vida común» y «el carácter cívico» de una identidad que, ha añadido, nunca tiene «carácter excluyente», sino que «siempre intenta sumar e incorporar nuevos acentos a su expresión». Pero este «carácter festivo» de la Diada de Sant Joan, ha advertido por otro lado, «coincide con un contexto en el que nuevas amenazas sobrevuelan sobre nuestra lengua o cultura».

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En ese sentido, Aragonès ha apuntado a que «las primeras decisiones en gobiernos de algunos territorios han sido un claro mensaje de hostilidad hacia la cultura y lengua que compartimos», ha dicho en alusión a los pactos entre PP y Vox en Baleares, Comunitat Valencia o Aragón, entre otros. «Más que nunca, hemos de reivindicar que la lengua y cultura siempre son a favor, nunca excluyentes o en contra de nadie. La lengua juega un papel central en la concepción cívica de nación, para que la ciudadanía se sienta plenamente empoderada», ha aseverado.

El mandatario catalán ha considerado que, en este contexto actual, «los ataques a la escuela catalana y al uso social de la lengua catalana no se han frenado y esta ofensiva se refuerza». Y ante esa «ofensiva de los nacionalismos de Estado, del nacionalismo español y de la ultraderecha, hay que reforzar la cultura compartida» entre los distintos territorios de habla catalana; y ha citado a Ovidi Montllor para alertar de que «hay gente a la que no le gusta que se piense, se hable o se escriba en catalán; es la misma gente a la que no le gusta que se piense, se hable o se escriba».

Comprometido pues «a favor de la libertad de pensamiento y expresión» en un «contexto de adversidades», Aragonès ha apostado por «reforzar los lazos de fraternidad» entre los distintos territorios de habla catalana y «reforzar nuestra lengua y cultura» compartidas.

Usando la metáfora de una mata de junco, en el que cada tallo mantiene su «identidad y acento» propio, pero gana «fuerza» al situarse «una al lado de otra» de forma conjunta, Aragonès ha considerado que ese nexo común es y debe ser la lengua catalana. «No es una lengua que patrimonializamos. Seguimos invitando a todo el mundo a hacerla suya», ha concluido el president, en la línea de la consellera de Cultura, Natàlia Garriga, que también ha insistido en esa «lengua y cultura compartidas» por unos territorios que forman parte de una «comunidad cultural viva y con mucho futuro».