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AGENCIAS - DARWIN Mientras columnas de humo se observaban ayer en una deshabitada Dili, donde la única señal de vida procede de pequeños destacamentos de soldados y milicianos dispersados a lo largo de las desiertas carreteras, un total de nueve navíos de la fuerza multinacional para Timor Oriental zarparon ayer desde Darwin rumbo a la la ex colonia portuguesa. No obstante, su despliegue real sólo podrá iniciarse como muy pronto mañana.

Por su parte, el general australiano Peter Cosgrove, que dirige esta fuerza, ha aplazado hasta hoy su viaje a Timor Oriental, inicialmente previsto para ayer. Los nueve barcos partieron de Darwin (al norte de Australia) para tomar posiciones frente a las costas de la isla, según indicó un portavoz australiano de Defensa.

Entretanto, proseguían los lanzamientos con paracaídas de víveres sobre Timor Oriental. Dos aviones Hércules australianos seguirán efectuando lanzamientos sobre la zona, tras haber recibido la autorización de las autoridades indonesias, aseguró el portavoz de la Misión de Naciones Unidas en Timor Oriental (UNAMET), David Wimhurst.

Las organizaciones humanitarias lanzaron ayer un llamamiento a la comunidad internacional para que exija garantías al Gobierno de Indonesia sobre la seguridad de los voluntarios que esperan poder viajar a Timor Oriental para prestar ayuda a cerca de 500.000 refugiados.

«Morirán si no logramos llegar a tiempo, y entonces todas esas personas que tienen la obligación de hacer algo al respecto tendrán las manos manchadas de sangre», indicó la portavoz de la organización de beneficencia «Oxfam», Vicki Horne.