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Rusia y Francia lideran las críticas contra Estados Unidos y Reino Unido por los ataques contra Bagdad. Para Moscú, «lo que los norteamericanos están haciendo al inicio de la nueva Administración supone un desafío para la seguridad internacional y la comunidad de todo el mundo».

En un comunicado, el Ministerio francés de Exteriores denunció que «además de las víctimas que causan entre la población civil, estas operaciones mantienen ahora una tensión dañina para la puesta en marcha de una solución concertada al problema iraquí, conforme a los objetivos del Consejo de Seguridad» de la ONU.

Por su parte, el primer ministro de Turquía, Bulent Ecevit, reprochó al Gobierno de Washington por no avisarle de la operación. También China considera «injustificado» el ataque. La Liga Arabe, que agrupa a 22 países, estimó que «lo único que se ha conseguido es extender el sentimiento de ira y frustración en todo el mundo árabe». En Palestina, numerosas personas se manifestaron para condenar la agresión.

El ataque cogió también por sorpresa a la ONU, que veinticuatro horas después del bombardeo, todavía no había reaccionado en forma alguna.