El Ejército de Israel, en una nueva estrategia de Ariel Sharon
contra la «Intifada» palestina, «limitará la libertad de maniobra»
de Yaser Arafat, «pero no derribará» su Gobierno, dijo ayer su
comandante, general Shaul Mofaz.
Mofaz, que presentó un informe de la situación en Cisjordania y
Gaza, confió al Consejo de Ministros en su reunión semanal que esas
son las instrucciones expresas que ha recibido del Poder Ejecutivo,
a cargo del general retirado y líder derechista Sharón.
El informe de Mofaz coincidió ayer con noticias de la radio
pública acerca de que los palestinos -cuyos organismos de
seguridad, según sus acuerdos de autonomía con Israel solo están
autorizados a tener armas ligeras- cuentan en Cisjordania con
morteros de 88 milímetros.
Paralelamente, el Gobierno de Israel manifestó su determinación
de continuar con su política de «liquidación» de activistas
palestinos, pese a las críticas que han suscitado sus métodos en
todo el mundo y al hecho de que esas operaciones no han provocado
una reducción de la violencia. Un ministro israelí justificó el
domingo la eliminación física de un responsable de Al Fatah,
durante el cual murió también un policía y otros trece palestinos
resultaron heridos.
Por otra parte, Israel dará mañana su respuesta al informe de la
comisión internacional Mitchell sobre el origen de los
enfrentamientos entre israelíes y palestinos, cuya versión
preliminar ha sido enviada recientemente a ambas partes.
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