Bush visitó en Minesota una innovadora planta de energía.

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EFE-SANT PAUL Tras hacer sonar la alarma de que la grave crisis energética que afronta EE UU pone en peligro su futuro y su seguridad, George W. Bush presentó ayer un ambicioso plan para aumentar la producción, mejorar la distribución y fomentar el ahorro. El esperado plan intenta resolver, a corto y largo plazo, los crecientes problemas energéticos de EE UU, que sufre el precio de la gasolina más caro de la historia mientras se teme la intensificación de los cortes de electricidad en California y su extensión a otros estados. «El futuro es realizable si tomamos ahora las decisiones adecuadas. Si no, el país afrontará un futuro más oscuro», avisó Bush al presentar su plan, en un discurso en St. Paul (Minesota). El plan de la Casa Blanca, elaborado bajo la supervisión del vicepresidente, Dick Cheney, abarca 163 páginas e incluye 105 propuestas y medidas.

El grueso de las recomendaciones se centra en el aumento de la producción y mejora de la distribución, tanto de hidrocarburos como de electricidad procedente de gas natural, carbón y nuclear. Así, se prevé la construcción de entre 1.300 y 1.900 nuevas centrales de generación eléctrica, el aumento de la producción de crudo y gas natural y la construcción y ampliación de refinerías petrolíferas.

En un intento de rebatir las críticas de la oposición demócrata y las organizaciones ecologistas, Bush destacó la necesidad de reducir el consumo energético y promover el uso de tecnologías más limpias y energías renovables. «No sufrimos escasez de petróleo, sino de producto refinado», afirmó Bush, quien también recordó que la central nuclear más moderna fue encargada en 1973.

El presidente, quien igual que Cheney es un antiguo ejecutivo del petróleo de Texas, defendió la idea de abrir a la exploración petrolífera la Reserva Natural de Alaska, y aseguró que las nuevas tecnologías permiten minimizar el impacto medioambiental. «Hace falta una nueva mentalidad» porque «la producción de energía y la protección del medio ambiente no son necesidades en conflicto», destacó.