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FRANCE PRESS-JAMMU En un momento en que la tensión entre India y Pakistán es particularmente intensa, el Ejército de Nueva Delhi anunció ayer la muerte de dos guardias fronteras en un tiroteo con las fuerzas paquistaníes en la frontera ubicada en el interior de Cachemira. Según el portavoz de las Fuerzas de Seguridad de la Frontera (BSF), dos militares murieron y otros tres resultaron heridos cuando estaban «de patrulla» al ser el blanco de disparos de paquistaníes en el sector de Samba, a 50 kilómetros al sur de Jammu, capital de invierno de Cachemira. El portavoz precisó que los militares indios respondieron a estos disparos.

Pakistán declaró ayer que dos civiles habían resultado heridos por obuses indios en Cachemira durante un tiroteo a lo largo de la Línea de Control (LoC) que divide esta región del Himalaya. Este incidente añade más leña a la confrontación entre los dos países vecinos desde el atentado, el pasado 13 de diciembre, cometido por cinco hombres armados contra el Parlamento de Nueva Delhi, cuyo balance se establece en 14 muertos, entre ellos los autores del ataque. India afirma que Pakistán está detrás de esta operación comando de «terroristas» del movimiento islamista radical. Sin embargo, Islamabad desmintió toda implicación y condenó el ataque.

A medida que transcurren los días, la situación ha empeorado entre los dos países y el primer ministro indio, Atal Behari Vajpayee, afirmó que su país está preparado para todo. «India aspira a la paz y la buscamos con todas nuestras fuerzas, pero si esta crisis golpea nuestra puerta, nuestro país no dudará en cumplir con su deber», declaró ayer Vajpayee. Horas después, el ministro indio de Defensa, George Fernandes, dijo que sus tropas se hallan en estado de máxima alerta en su frontera con Pakistán, pero descartó que la situación desemboque en una guerra.

El sábado, Pakistán puso a todas sus fuerzas en alerta. «Todas las bases del Ejército del aire paquistaní han sido puestas en estado de alerta avanzada para proteger el espacio aéreo del país», declaró el general Syed Qaiser Hussain, jefe del Estado Mayor adjunto del Ejército del Aire.