TW
0

Estados Unidos consideró ayer que la negativa de Irak a permitir el retorno de los inspectores de armas de las Naciones Unidas demuestra que el presidente Sadam Huseín y su régimen «tienen algo que ocultar». El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, declaró que la negativa, anunciada por el viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz, muestra que «obviamente, tienen algo que ocultar». Fleischer, en declaraciones a la prensa durante el retorno de Bush a Washington, insistió en que le toca ahora a Naciones Unidas elaborar una resolución sobre Irak «en la que todo el mundo pueda estar de acuerdo».

Antes de dejar Nueva York, Bush había manifestado su profundo escepticismo acerca de que Sadam Huseín acepte sin condiciones la presencia de inspectores de la ONU. «Dudo profundamente que acepte nuestras demandas», dijo el presidente estadounidense en una reunión con gobernantes de países centroafricanos. Bush dijo ayer que espera que la ONU actúe contra Irak en cuestión de días o de semanas «y no de meses o años», para forzar al régimen de Sadam Huseín a cumplir sus obligaciones con la comunidad internacional.

«Estamos hablando de días y semanas, no de meses o años», dijo Bush, quien expresó su dudas de que el líder iraquí tenga intención de cumplir con las demandas hechas por su administración para un desarme inmediato y sin condiciones si quiere evitar una guerra. «Tengo muchas dudas de que cumpla nuestras demandas. Espero que lo haga, pero tengo dudas. Ha tenido once años para cumplirlas. Las declaraciones de Bush se produjeron horas antes de que Colin Powell se reuniera con los representantes de los otros cuatro miembros permanentes del Consejo de Seguridad (Rusia, China, Francia y Reino Unido).