Siete personas murieron y otra resultó gravemente en el atentado
perpetrado ayer contra las oficinas de una organización cristiana
en Karachi, localidad en el sur de Pakistán, según anunciaron
fuentes policiales. Uno de los principales responsables de la
policía de la ciudad, Tariq Jamil, indicó que según lo informado
por la organización no gubernamental 'Paz y Justicia', víctima del
atentado, «los muertos eran cristianos. Pero también habían
musulmanes que trabajaban allí».
Las víctimas «fueron abatidas con disparos en la cabeza y tenían
una cinta adhesiva en la boca. Sus manos estaban atadas. Una
persona sufrió una crisis cardiaca y fue llevada al hospital»,
agregó la fuente. De momento se desconocen exactamente las
circunstancias del ataque, que fue descubierto hacia las 10:00 de
la mañana, hora local, cuando un conductor de la organización entró
en las oficinas, tras lo que alertó a la policía.
De otra parte, comandos de seguridad especiales abatieron ayer a
tiros a dos individuos armados que se atrincheraron en un templo
hindú después de matar a 30 personas y herir a un centenar, en el
estado occidental de Gujarat (India). Las fuerzas de seguridad
acabaron con el asedio del lugar de oración tras un intercambio de
fuego que duró 14 horas. Un grupo islamista se atribuyó el
atentado, aunque el Gobierno indio dio a entender que Pakistán
podría estar detrás del ataque.
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