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OTR/PRESS-MADRID/BRUSELAS La zona euro crecerá en 2002 un 0'8%, en lugar de un 1'4%, según las previsiones de otoño de la Comisión Europea, y habrá que esperar a 2003 para que el crecimiento alcance el 1'8%. La rebaja puede ser mayor si el escenario empeora con una guerra contra Irak, afirmó el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes, que se declaró preocupado por los elevados diferenciales de inflación con la media de la zona de España, Irlanda y Grecia, que afectan al resto de los Doce por medio de la política monetaria que aplica el BCE.

Bruselas anunció hoy la apertura de un expediente de déficit excesivo contra Alemania y de alerta temprana contra Francia. El empeoramiento de las previsiones de otoño sobre las de primavera afecta también a la UE a quince, que crecerá en 2002 un 1% y en 2003 un 2%. El año acabará con una inflación tanto en la zona euro como en la UE del 2% (tres décimas por debajo de lo previsto). Solbes mostró su preocupación por los elevados niveles de inflación de algunos países que generan altos diferenciales con la media, en un escenario de crecimiento limitado.

La estimación de inflación (en términos de IPCA) para España es de un 3'6% a final del presente año, la de Irlanda de un 4'8 y la de Grecia del 3'8%. Si se cumplen estas previsiones sus diferenciales se incrementarán. El comisario reveló que Francia y otros países (los que tienen mayores déficits) han alertado sobre este hecho que afecta a la política monetaria de toda la zona euro que impone el BCE. Según las previsiones de otoño, España crecerá un 1'9 por ciento en 2002 y un 2'6% en 2003, alcanzando en 2004 su potencial, calculado en un 3'2%. La rebaja en las previsiones de este año se debe a la desaceleración de la demanda interna, a causa, entre otras cosas de la moderación en la creación de empleo.