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Tras diez meses como ministro de Exteriores interino, el jefe del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, pasó ayer el testigo de la diplomacia a Franco Frattini, considerado uno de sus hombres de confianza con fama de dialogante y discreto. La discreción la ha acentuado en el último año y medio Frattini desde el cargo de responsable de los servicios secretos, que compaginaba hasta ayer con la cartera ministerial de la Función Pública. El nuevo titular de Exteriores, que jurará hoy su cargo, tiene 44 años, es abogado del Estado y se alinea en el área más moderada de Forza Italia, la formación con la que Silvio Berlusconi saltó a la arena política en 1993. Frattini, que reconoce simpatías socialistas en su juventud, es uno de los jóvenes técnicos que el magnate de la televisión «pescó» en las aguas de la administración del Estado.