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El ministro de Economía y Trabajo, Wolfgang Clement, calificó la derrota de «catástrofe» para el Partido Socialdemócrata (SPD) y reconoció que la situación obligará a la coalición gubernamental a buscar la cooperación con los conservadores. Con este mensaje Clement, el principal defensor dentro del gobierno roji-verde de las reformas del sistema laboral y social, advirtió de forma velada a las filas más tradicionalistas del SPD, que podrían verse tentadas a interpretar la derrota como un rechazo de la población a las reformas. El jefe de los jóvenes socialdemócratas, Niels Annen, culpó al Gobierno de haber desconcertado al elector con tantas propuestas de reforma.