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AGENCIAS-LONDRES
El primer ministro británico, Tony Blair, afirmó ayer ante la Cámara de los Comunes que las pruebas de la falta de cooperación del presidente iraquí, Sadam Husein, con los inspectores de la ONU son «indudables». Blair señaló que ha comenzado «la fase final» del desarme de Irak, si bien insistió en que el Reino Unido busca una solución a la crisis a través de Naciones Unidas. Aseguró que coincide con el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en la necesidad de buscar una segunda resolución de la ONU sobre Irak sólo si eso «es la forma de resolver el asunto y no de retrasarlo o evitarlo».

«Si mostramos debilidad ahora, nadie nos volverá a creer cuando queramos demostrar fuerza en el futuro», apuntó Blair, para quien «hay que afrontar las armas de destrucción masiva de Sadam y la amenaza que suponen para el mundo». El primer ministro británico compareció ante el Parlamento para dar cuenta de la entrevista que mantuvo el viernes en Washington con Bush, donde ambos dirigentes coincidieron en que la crisis iraquí debe resolverse «en semanas y no meses». Blair viaja hoy a Le Touquet (Francia) para una cumbre con el presidente francés, Jacques Chirac, quien no comparte la posición de EE UU y el Reino Unido sobre la crisis iraquí.

El «premier» británico insistió en que el presidente de Irak no ha cooperado por completo con los inspectores de desarme de la ONU. «Todavía no ha respondido a preguntas relacionadas con miles de municiones perdidas y con toneladas de agentes químicos y biológicos que faltan», agregó. En este sentido, el jefe de la agencia de supervisión nuclear de las Naciones Unidas dijo que el mundo está perdiendo la paciencia con IraK y que Bagdad necesita comenzar a cooperar más con los inspectores de armas de la ONU.