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EFE-PARIS
La UNESCO pidió ayer que se tomen medidas «inmediatas» para proteger las instituciones culturales iraquíes, incluidas las bibliotecas y los archivos, ante «el aumento de las evidencias» de las destrucciones del patrimonio de Irak. «Las bibliotecas, los archivos y los manuscritos deben ser preservados como partes esenciales del rico legado de Irak», afirmó Koichiro Matsuura, director general de la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Tras advertir que «peligran casi veinte siglos de historia escrita de la humanidad», señaló que «todo debe hacerse para protegerlos de los saqueos y la destrucción».

La marea de pillaje y destrucción que azota Irak tras la intervención militar estadounidense no ha respetado siquiera la cuna de la civilización: los vestigios de la legendaria Babilonia son ahora un erial devastado y polvoriento.

La reconstrucción de la que fuera la antigua capital de Sumeria ha corrido el mismo destino que otros de los monumentos más queridos por los iraquíes, el Museo Nacional y la Biblioteca, expoliados por los ladrones, conocidos en Irak como los Alí Babá.

Los signos del saqueo son patentes desde la misma entrada al complejo arqueológico, abandonado desde que comenzó la guerra. En el teatro, levantado en adobe según la descripción de las tablillas judeiformes que atestiguaban su construcción, el escenario ha sido desmontado tabla a tabla y las bambalinas arrasadas.