Restos del helicóptero con doble rotor estadounidense que fue atacado ayer al oeste de Bagdad con un proyectil.

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BAGDAD-EFE
El helicóptero, del modelo Chinook-47, que prestaba apoyo logístico a la 82 División Aerotransportada, se estrelló alrededor de las 9.00 (6.00 GMT) en una plantación de maíz al ser alcanzado por uno de los dos cohetes disparados desde tierra.

«Se puede ver un rotor del helicóptero en el suelo, y el resto del fuselaje destruido, no entiendo cómo algunos han sobrevivido», señaló un suboficial estadounidenses que participó en las tareas de rescate, para las que necesitaron emplear maquinaria.

Otros 21 militares resultaron heridos al estrellarse el aparato, en el que viajaban un total de 36 personas, incluidos los cinco miembros de la tripulación.

El helicóptero derribado volaba cerca de otro Chinook-47 en dirección al aeropuerto de Bagdad, desde donde salen los aviones militares, que entre otros servicios, llevan y traen a los soldados destacados en Irak.

Las víctimas mortales y los heridos estaban destinados en la base de Ridgeway, cerca de Faluya, a unos 65 kilómetros al oeste de la capital iraquí y escenario frecuente de ataques contra las tropas de EE UU.

En las proximidades del lugar donde se estrelló el aparato y mientras el personal estadounidense recogía los cuerpos de las víctimas, varias decenas de campesinos celebraban el ataque contra las fuerzas de Estados Unidos.

El proyectil fue disparado con una lanzadera, y, según indicaron fuentes militares, al parecer impactó en la parte posterior del Chinook-47, helicóptero provisto de doble rotor.

Algunas de las víctimas quedaron atrapadas entre los hierros del fuselaje, en torno al que había desparramados pedazos de equipos y efectos personales de los pasajeros.