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EFE-FLORENCIA
Los ministros del Interior del G5 (Italia, Alemania, Reino Unido, Francia y España), reunidos en Florencia (Italia), fracasaron en su intento de crear estructuras para los inmigrantes en Africa del Norte, pero decidieron adoptar una serie de medidas para luchar contra el terrorismo.

El ministro español José Antonio Alonso, el británico David Blunkett, el francés Dominique de Villepin, el alemán Otto Schily y el italiano Giuseppe Pisanu fueron los participantes en este encuentro.

La reunión de Florencia permitió constatar las profundas diferencias que existen sobre el proyecto de creación de centros en varios países del Magreb que presten asistencia a los inmigrantes que quieran entrar legalmente en la UE o a quienes lo pretendan hacer de manera clandestina y sean interceptados.

El francés Dominique de Villepin y el español Alonso tomaron la palabra en la rueda de prensa para hacer explícito su rechazo a esa idea y argumentaron que es de dudosa eficacia para afrontar la inmigración y no garantiza el trato humanitario a los interesados.

Alemania es, con Italia, quien más empuja en la dirección opuesta y el ministro Otto Schily hizo hincapié en que «debe haber una representación europea en países de origen y de tránsito de la emigración».

La amenaza terrorista internacional es motivo de preocupación para todos y la prueba es que hubo coincidencia a la hora de señalar a Europol -la Policía europea-- como el instrumento adecuado para luchar contra dicha amenaza desde el punto de vista operativo.

Por eso el G5 quiere que Europol reciba todas las informaciones útiles acerca de la financiación de redes terroristas, sospechosos de ser activistas o de haber recibido adiestramiento en campos o incluso sobre las denuncias de pérdida o robo de pasaportes.