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ELENA MORENO-DAVOS
Dos líderes mundiales como Jacques Chirac, presidente de Francia, y Tony Blair, primer ministro británico, se presentaron ayer como los defensores en la escena internacional de los más pobres del planeta como los portadores del sida o las víctimas del hambre en Africa.

El Reino Unido propone, explicó Blair, duplicar las ayudas de los Estados para el desarrollo sin que ello impacte en los presupuestos. Como ejemplo de su compromiso Londres ya ha anunciado que asumirá una asistencia equivalente al 0,7 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB) tal como recomienda la ONU.

Ambos presentaron sus propuestas ante el Foro Económico Mundial, que se celebra en Davos hasta el 30 de enero, y ante una audiencia compuesta por algunos de los más poderosos empresarios y financieros del planeta.

El primer ministro británico centró su intervención en la extrema pobreza en que viven muchos africanos, de los que 300 millones no tienen todavía acceso al agua potable.

«Cada día mueren 3.000 niños africanos menores de cinco años por la malaria, y otras 6.000 personas mueren a diario a causa del sida», recordó Blair a su audiencia, a la que indicó que «no se puede afrontar la perpetua crisis endémica de la pobreza en Africa si no es con la cooperación entre los Gobiernos africanos y los del mundo desarrollado».

El presidente Chirac, quien mediante una intervención por videoconferencia, propuso la creación de un impuesto para financiar la lucha contra el sida, con el que dijo que se podrían obtener unos 10.000 millones de dólares anuales. Chirac advirtió al anunciar su propuesta que la comunidad internacional está a punto de fracasar en el combate contra esa enfermedad, que afecta sobre todo a los africanos.