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NAMIR SOBHI-BAGDAD
La insurgencia continuó ayer su campaña violenta y mató al menos a veinte personas, entre ellos ocho soldados iraquíes y dos de EEUU, en nuevos ataques en el sur y el norte de Irak, donde se sigue sin noticias de la periodista italiana secuestrada el viernes en Bagdad. Se registraron actos de violencia en todo el país, no sólo en Bagdad y en el triángulo suní, donde la resistencia cuenta con más apoyos.

La reportera, de 57 años, viajaba ayer en automóvil en compañía de su intérprete y de un conductor iraquí por una zona cercana a la Universidad de Bagdad, cuando varios hombres armados detuvieron el vehículo y se la llevaron a un lugar desconocido.

Fuentes de la seguridad iraquí se limitaron a confirmar ayer que la Policía continúa en alerta en un intento de conseguir la liberación de Giuliana Sgrena, corresponsal en Irak del diario «Il Manifesto», cuyos captores amenazan con matarla si Roma no retira a sus tropas del país árabe.

La Unión de Periodistas Arabes (UPA), con sede en El Cairo, condenó hoy el secuestro de Sgrena, y recordó que tuvo lugar mientras prosiguen aún los esfuerzos para liberar a otra reportera francesa, Florence Aubenas, y su guía iraquí Husein Hanoun, desaparecidos en Irak desde el pasado 5 de enero.

«La UPA insta a todas las fuerzas políticas y religiosas iraquíes a intervenir para garantizar la liberación de las dos periodistas», dijo la organización en un comunicado.

También pidió que «intensifiquen sus esfuerzos para poner fin al secuestro y el asesinato de informadores en Irak, cualesquiera que sean sus nacionalidades, ya que llevan a cabo una misión civil y humana que sirve la opinión pública árabe e internacional en circunstancias de extrema peligrosidad».