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FRANCE PRESS-TEHERÀN
El nuevo gobierno iraní del ultraconservador Mahmud Ahmadinejad quiere llevar a cabo una política exterior distendida pero descarta «para siempre» toda relación con Israel y de momento con Estados Unidos, según su programa que ayer hizo público.

El programa general de política interior y exterior del presidente Ahmadinejad, quien tomó posesión de su cargo el 3 de agosto, prevé «relaciones sanas y activas con todos los países, excepto el régimen usurpador de Qods (Jerusalén, el gobierno israelí) para siempre y el régimen político estadounidense mientras no respete la grandeza e intereses del pueblo iraní», señala el texto.

Ahmadinejad quiere «continuar la política de distensión» aplicada por su predecesor Mohamad Jatami y «de lucha contra las amenazas» internacionales.

Por otra parte, el nuevo dirigente encargado del tema nuclear, Alí Larijani, afirmó el martes en la prensa la determinación de Irán de proseguir su programa de enriquecimiento del uranio, al tiempo de insistir en su voluntad de negociar con los europeos.

Larijani confirma en el diario Shargh que retoma el tema nuclear iraní de manos del pragmático Hassan Rohani, en su primera entrevista con la prensa después de su nombramiento el lunes en el cargo estratégico de secretario del Consejo supremo de la seguridad nacional.

En esta entrevista en la que no se contradice con las posiciones adoptadas hasta ahora por los negociadores iraníes, Larijani sugiere que su país no echará pie atrás al reinicio, el 8 de agosto, de la transformación del uranio previa a su enriquecimiento.

«Irán no acepta la resolución de la Agencia internacional de la energía atómica (AIEA) que lo presiona para hacerlo», apuntó. Además, añadió que los europeos con quienes los iraníes negocian «deben comprender que el gobierno iraní está determinado a conservar el ciclo de producción de combustible nuclear», dijo.