Estados Unidos proseguía su pulso particular para someter a la
secretaria general de Naciones Unidas a mecanismos de control tras
el escándalo provocado por el programa «Petróleo por alimentos»,
que se aplicó en Irak en la década de 1990 y que ha derivado en
casos de corrupción. «Continuamos presionando para lograr
importantes reformas en la gestión de la ONU» advertía el embajador
de EEUU ante la organización, John Bolton, frente a la postura de
la Secretaría General, que pretende mayor poder para atajar la
corrupción. Una propuesta británica de suprimir la diferencia entre
terrorismo y lucha por la liberación de los pueblos causó la ira
del representante palestino, Somaia Barghouti, que aseguraba que su
delegación «nunca aceptará eso». Portavoces chinos rechazaban la
acusaciones de delegados estadounidenses que afirmaron que Pekín
intenta bloquear la reforma de la Comisión de Derechos Humanos
(CDH) del organismo.
En el documento, que muchos temen que sólo contenga mínimos y no
suponga a corto plazo un cambio sustantivo en la organización
mundial, se han eliminado aspectos cruciales pero hasta última hora
continuaba inmerso en la controversia. Los países industrializados
y las naciones en vías de desarrollo mantenían grandes divergencias
sobre aspectos como la seguridad (terrorismo), los derechos humanos
y el combate contra la pobreza extrema.
Mientras, los Reyes de España y el presidente del Gobierno, José
Luis Rodríguez Zapatero, llegaban anoche a Nueva York. Don Juan
Carlos y Doña Sofía debían acudir, nada más llegar a Nueva York, a
la recepción que el presidente del Estados Unidos, George Bush,
ofrecía a los asistentes a la Asamblea del Milenio de Naciones
Unidas, entre ellos el jefe del Ejecutivo.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.