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EFE/FRANCE PRESS-PEKÍN
El presidente de China, Hu Jintao, prometió ayer medidas para superar las diferencias comerciales a su homólogo de Estados Unidos, George W. Bush, con quien abordó en su reunión ayer en Pekín la demanda estadounidense de mayores libertades

Hu afirmó que China «continuará impulsando el mecanismo de reforma del tipo de cambio» y aseguró que su país promoverá la protección de los derechos de propiedad intelectual.

Ambos mandatarios mantuvieron una entrevista de dos horas en el Gran Palacio del Pueblo y posteriormente comparecieron ante la prensa para hacer una declaración, sin que se permitiera preguntar a los periodistas.

El presidente chino prometió medidas para resolver los litigios comerciales con EEUU y afirmó que ambos países persiguen resultados de beneficio mutuo y de cooperación que denominó, como hace habitualmente, «win-win» (ambos ganan). Sin embargo, no hubo ningún anuncio concreto sobre una mayor apreciación del yuan (moneda china), que Washington reclama por atribuir a su bajo valor una injusta ventaja competitiva que agranda el déficit comercial en su relación bilateral.

El mandatario chino declaró que «ambos expresamos deseos de unir nuestras manos para gradualmente reducir el déficit y expandir el comercio, solucionando las fricciones que surjan mediante consultas».

Tanto Hu como Bush identificaron como áreas para impulsar la cooperación la lucha contra el terrorismo, la prevención y control de la gripe aviar, la desnuclearización de la península coreana, en cuyo diálogo multipartito China desempeña un importante papel mediador, que Bush agradeció públicamente.

A primera hora de la mañana, el matrimonio Bush acudió a un servicio religioso en la iglesia de Gangwashi en el centro de Pekín, donde unieron sus oraciones y cantos a los de unas 700 personas, mayoritariamente chinas. Al acudir a la iglesia, la misma que visitó la secretaria de Estado norteamericana, Condolezza Rice, en su visita del pasado marzo, Bush se convirtió ayer en el tercer presidente en hacerlo, siguiendo a su padre, entonces presidente, en 1989, y Bill Clinton en 1998.

(Según las estadísticas de la Administración Estatal de Asuntos Religiosos, en China hay 16 millones de cristianos y 50.000 lugares del culto cristiano). Bush manifestó ayer su determinación para acabar con la retórica, y realizó declaraciones sobre el tema antes de atender a una cena con sus anfitriones. «Las personas deberían sentirse cómodas por expresar sus opiniones sobre Irak. Esto no es una cuestión sobre quién es patriótico y quién no lo es», sostuvo.