Romano Prodi saluda a unos inmigrantes en el transcurso de un paseo matinal en Bolonia.

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EFE-ITALIA
Romano Prodi pasa estos días en la casa familiar de Bebbio, en los Apeninos boloñeses. La jornada de ayer la dedicó a pasear junto con su mujer por el pueblo y según dijo el ambiente que nota es de «tranquilidad» y el clima que se vive es el normal tras unas elecciones «en las que unos ganan y otros pierden».

El líder de La Unión salió de nuevo al paso de las afirmaciones hechas en las últimas horas por el ex ministro Roberto Calderoli referentes a que el recuento de votos se hizo mal y que en realidad lo que ganaron en la Cámara de Diputados fueron los conservadores y afirmó que lo dicho por el dirigente de la Liga Norte «es una invención».

El democristiano Prodi pidió de nuevo a la coalición conservadora que lidera Silvio Berlusconi que deje de cuestionar la victoria de la coalición de centro izquierda. «Basta ya. Ha llegado el momento de trabajar y yo estoy tranquilamente trabajando en la formación del futuro gobierno y esto es lo que hay que hacer. El país necesita respirar, volar alto, alegría y recuperarse», afirmó Prodi, de 66 años, que no adelantó más datos de ese ejecutivo.

Sin perder la compostura, agregó que cada vez «que parece que las aguas vuelven a su cauce», en referencia a las acusaciones por parte de los conservadores -y no probadas- de supuestos embrollos electorales, «nace una nueva polémica».

«Y saldrán muchas más. Todo porque no se resignan (los conservadores) al resultado del voto popular. Una vez que acabe todo esto y lo acepten el resultado de la victoria será más fuerte, Cuanto más larga sea la tormenta más bella será la victoria», aseguró Prodi.

Mientras Prodi prepara su Gobierno, los conservadores estudian la estrategia ante el curso político que se abre, que comienza con la constitución del Parlamento el 28 de abril y la elección del nuevo Jefe del Estado, tras cumplirse el próximo mes de mayo los siete años de mandato de Carlo Azeglio Ciampi.

Los conservadores, que lanzaron -por boca de Berlusconi- la idea de una gran coalición, tipo a la de Alemania, y que fue rechazada por La Unión, pretenden un gran acuerdo para la elección del nuevo Jefe del Estado, pero quieren que esa gran negociación afecte a todos los temas.

Y en ese punto entra uno de sus deseos: conseguir la presidencia de una de las Cámaras del Parlamento, argumentado que en el Senado son la fuerza más votada, aunque el centro izquierda haya logrado más escaños. La Unión, con Prodi a la cabeza, ya ha anunciado que las dos cámaras serán presididas por hombres del centro izquierda. El pulso está echado y el ministro de Economía, Giulio Tremonti, dijo en una entrevista a «Repubblica» que los conservadores no darán facilidades a un eventual gobierno de Prodi, cuya victoria considera «pírrica».