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EFE-LONDRES
El Gobierno británico no ha encontrado pruebas concluyentes del apoyo de la red terrorista Al Qaeda a los cuatro suicidas que perpetraron los atentados del 7 de julio pasado en Londres. El documento, presentado por el nuevo ministro del Interior, John Reid, ante el Parlamento, es resultado de una investigación oficial sobre los ataques contra la red de transporte de Londres, en los que murieron 56 personas, incluidos los suicidas, y resultaron heridas más de setecientas.

El Ejecutivo de Tony Blair hizo público su esperado informe horas después de que se divulgase otro de una comisión parlamentaria en el que se atribuye a la falta de recursos la incapacidad de los servicios secretos para evitar los atentados. Fue esa carencia la que llevó precisamente a los servicios secretos a no investigar en profundidad a dos de los terroristas suicidas, ya que había «otras prioridades».

Los autores del documento, de 41 páginas, tampoco han hallado pruebas concluyentes de la naturaleza del apoyo de esa organización a los cuatro suicidas, «si es que hubo alguno».

Sin embargo, señalan que «el objetivo y el tipo de ataque» del 7-J «responden al patrón típico de los atentados de Al Qaeda y los inspirados por la red».

«Al Qaeda se ha atribuido los atentados, pero está poco claro hasta qué punto estuvo implicada», reconoció Reid ante el Parlamento.