El presidente boliviano, antes de comenzar la IV Cumbre de la UE, América Latina y Caribe.

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Cómo no hay expropiación no hay indemnización. Con esta sencilla y rotunda premisa aterrizó ayer en Viena el presidente de Bolivia, Evo Morales para participar en la IV Cumbre Unión Europea-América Latina y Caribe. Morales aseguró que no se plantea indemnizar a las petroleras tras la nacionalización de los hidrocarburos que decretó el pasado 1 de mayo ya que no se trata de una «expropiación» ni de los activos, ni de la tecnología de las compañías que operan en el país andino.

También aseguró que las empresas «recuperarán la inversión y tendrán ganancias de utilidades», por lo que no hay que pensar en una indemnización. «No estamos expulsando a nadie, sólo ejerciendo el derecho de propiedad sobre nuestros recursos», sentenció Morales.

Por su parte, la Presidencia de la Unión Europea, que durante este semestre recae en Austria, solicitó al Gobierno boliviano que tenga en cuenta la seguridad jurídica de las empresas al llevar a cabo este proceso de nacionalización. «Hay empresas que han invertido y tienen todo el derecho a recuperar su inversión y a tener utilidades (instalaciones), pero no ejercerán el derecho de propiedad», señaló Morales en su multitudinaria comparecencia ante los medios antes de participar en la cumbre.

Pero Morales fue más allá, e interrogado por la reacción del Ejecutivo español tras la nacionalización, acusó al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de no cumplir los compromisos adquiridos con Bolivia. De hecho cuando enumeró a los países que colaboran de forma incondicional con el país andino excluyó a España y citó a Cuba, Venezuela, Dinamarca y Japón.