Un soldado iraquí, entre los ecombros causados por la explosión de un coche bomba en Mosul.

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EFE-BAGDAD
Cerca de sesenta personas murieron ayer en la capital iraquí, que volvió a ser el escenario de violentos enfrentamientos entre la mayoritaria comunidad chií y la minoría árabe suní. Por la mañana, más de 40 suníes, entre ellos mujeres y niños, fueron asesinados por presuntos milicianos chiíes en un barrio del sur de Bagdad. Además, según informó la radio «Dar al Salam», del suní Partido Islámico Iraquí (PII), los asaltantes secuestraron a varias personas de viviendas de suníes en el barrio Al Amana, en la región Al Yihad, al sur de la capital iraquí.

sSegún su relato, la primera explosión ocurrió al filo de las 18.45 hora local (14.45 GMT) en las inmediaciones de la mezquita Ahel al Beit, en el barrio Al Waziria. Diez minutos después, cuando una multitud se había acercado al lugar para tratar de socorrer a las víctimas, un segundo coche bomba hizo explosión en la misma zona.

Pocas horas después un templo chií del centro de la capital era atacado con dos coches bomba que explotaron en menos de diez minutos y acabaron con la vida de al menos veinte personas, además de herir a 59 más, informaron fuentes del ministerio de Interior.

Varios líderes religiosos suníes responsabilizaron del asesinato de los suníes en el sur de Bagdad a milicianos del llamado Ejército de Al Mahdi, leal al líder rebelde Muqtada al Sadr, y acusaron de «complicidad» a las fuerzas de «Al Maghauir», un cuerpo de elite del Ministro de Interior controlado por los chiíes.

Testigos citados por la televisión Al Yazira cifraron en cerca de 60 los suníes muertos en distintos ataques chiíes perpetrados en el barrio, zona de residencia de una minoría suní en un área de mayoría chií.

Los atacantes establecieron puestos de control en las principales carreteras de dicho barrio, obligaron a los microbuses a parar, inspeccionaron los carnés de identidad de los pasajeros y asesinaron a los suníes, dijo Abdelsamad Al Hadizi, orador de una mezquita suní de ese área.

Hadizi y otros religiosos suníes aseguraron que los atacantes, que vestían uniforme similar al del Ejército Al Mahdi, incendiaron viviendas y advirtieron a los suníes que abandonen el barrio.

Las fuerzas 'Al Maghauir' rodeaban el área y no intervinieron para poner fin a esos crímenes», dijo Muzana Harez al Dari, portavoz de la suní Comisión de Ulemas Musulmanes (CUM).