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Los emisarios de los siete países que participan en la operación de rescate de tres rehenes de las FARC viajaron ayer a Colombia, mientras se esperan las «coordenadas» de localización de los secuestrados para ir a buscarlos.

Los delegados de Argentina, Brasil, Bolivia, Cuba, Ecuador, Francia y Suiza partieron del aeropuerto caraqueño de Maiquetía poco después de las 20.00 GMT (las 22.00 horas en Balears) con destino a la ciudad colombiana de Villavicencio, donde se encuentran desde el viernes dos helicópteros venezolanos dispuestos para rescatar a los rehenes en la selva.

En declaraciones a la prensa tras despedir a los emisarios, el coordinador venezolano del operativo humanitario, Ramón Rodríguez Chacín, afirmó que el gobierno de Venezuela y la Cruz Roja sólo esperan conocer la ubicación exacta en Colombia de los rehenes para activar la fase de rescate.

«Está todo listo, sólo en espera de las coordenadas» de donde serán puestos en libertad la ex candidata a la vicepresidencia colombiana Clara Rojas, su hijo Emmanuel, nacido en cautiverio, y la ex congresista Consuelo González de Perdomo, dijo.

Chacín, ex ministro de Interior, agregó que cuando se sepan las «coordenadas» de ubicación de los rehenes se mantendrán en secreto y se comunicarán a los pilotos de los helicópteros una vez que estén vuelo.

Destacó que «la Cruz Roja Internacional ha tomado el control de la operación», ideada por el presidente venezolano, Hugo Chávez, y autorizada por el gobierno de su colega colombiano, Alvaro Uribe.

«Tenemos fe en que va a ser en un plazo muy corto», manifestó Chacín, que se negó a precisar por «arriesgado» una fecha para la concreción del rescate de las dos mujeres y el niño.

Por su parte, la embajadora argentina en Venezuela, Alicia Castro, señaló a la prensa en Maiquetía que esa etapa del operativo, es decir el rescate, podría activarse «mañana temprano».

El avión del ex presidente argentino Néstor Kirchner, uno de los emisarios, y tres aparatos tipo Falcon, identificados con el logo de la Cruz Roja, salieron hacia la ciudad colombiana, a más de mil kilómetros de Caracas, dentro de la «Operación Emmanuel», como se ha bautizado la misión en tributo al niño nacido en cautiverio.