El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, ayer en Fráncfort. Foto: EFE

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AGENCIAS-FRÀNCFORT/LONDRES

El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo decidió ayer finalmente optar por la prudencia y mantener los tipos de interés en el 4% pese a los recortes realizados por la Reserva Federal estadounidense en los últimos meses y teniendo en cuenta los elevados niveles de inflación en la zona euro.

El presidente del organismo, Jean Claude Trichet, reiteró la existencia de fuertes presiones inflacionistas al alza a corto plazo, así como de riesgos al alza a medio plazo para la estabilidad de precios, mientras que apuntó una moderación de la actividad económica en la eurozona.

Tras la reunión del BCE, en la que el Consejo de Gobierno de la entidad decidió «por unanimidad» mantener los tipos en el 4%, Trichet reiteró el carácter «primordial» de mantener la estabilidad de precios y lograr el anclaje de las expectativas de inflación como el mejor remedio para lograr un crecimiento económico sostenido.

El máximo responsable de la política monetaria de la zona euro reiteró que la institución permanece en constante alerta y lista para cumplir su mandato de garantizar la estabilidad de precios y evitar la materialización de efectos de segunda ronda. «No hay tiempo para la complacencia», dijo, y apuntó que el mercado, a diferencia de las expectativas de finales de 2007, ahora asume que el actual período de turbulencias no será un problema de unos meses, sino que será un proceso a largo plazo, cuyos efectos sobre la economía real podrían ser «más amplios» de lo previsto.

Tras alcanzar un nuevo récord, el euro cerró a 1,5875 dólares, a raíz de las posiciones asumidas por el BCE, menos alcistas de lo esperado.

Por otra parte, el Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra bajó ayer los tipos de interés del Reino Unido 0,25 puntos porcentuales, hasta el 5%, para afrontar la ralentización de la economía británica.

El Banco de Inglaterra justificó este recorte, el tercero desde el pasado diciembre, al señalar que tiene que buscar un equilibrio entre la contención de la inflación y el impulso de la economía. La decisión del MPC ya había sido prevista por los analistas, que incluso pronosticaron un recorte mayor, debido a los negativos datos macroeconómicos de los últimos días.