Seis personas murieron ayer al ser atacado el Consulado de Estados Unidos en Estambul por cuatro hombres, en un acto que las autoridades turcas y estadounidenses calificaron de «terrorista» y que, según apuntan algunas informaciones, puede ser obra de Al Qaeda. Tres de los fallecidos son policías turcos y las otras víctimas mortales son atacantes abatidos por las fuerzas de seguridad, mientras que otras dos personas, un policía y un transeúnte, resultaron heridas.
El cuarto atacante logró escapar y huir en el vehículo en el que el grupo se había trasladado al lugar de los hechos. El incidente ocurrió en torno a las 11.00 hora local (08.00 GMT), justo enfrente del fortificado complejo de la legación estadounidense, en la entrada a la sección de visados.
Según testigos, el tiroteo duró unos ocho minutos, mientras que la agencia de noticias Dogan asegura que los guardias estadounidenses del Consulado no participaron en el intercambio de disparos, ya que se refugiaron en el interior del edificio.
Cuatro hombres bajaron de un coche aparcado en las cercanía de la legación y se acercaron a la entrada del Consulado, donde abrieron fuego contra los guardias y contra el inmueble. Según la agencia Dogan, la policía de Estambul ha detenido a una persona presuntamente relacionada con el ataque.
El ministro turco del Interior, Besir Atalay, quien se trasladó a Estambul para supervisar la investigación del caso, declaró a la prensa que «ninguna organización ha reivindicado el ataque hasta ahora. El terrorista que escapó podría estar herido».
Equipos de la Policía Local han buscado en las proximidades del lugar el coche del sospechoso, que fue descrito por un testigo del atentado como un vehículo de color blanco o gris. El fiscal general de Estambul, Aykut Cengiz Engin, señaló que los autores, «de entre 20 y 25 años de edad», usaron escopetas y ametralladoras automáticas.
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