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El soldado israelí Guilad Shalit, que ha estado más de cinco años en manos de Hamás (en concreto 1941 días), se reunió ayer con su familia en Israel, mientras que unos 477 de un total de 1.027 presos palestinos recuperaron su libertad en la operación de canje, y se encuentran ya en Cisjordania y Gaza. El proceso de canje empezó a primera hora de la mañana cuando Shalit fue entregado desde el paso palestino de Rafah a las autoridades egipcias, que a su vez lo transfirieron a representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja y funcionarios de la inteligencia israelí por el paso de Kerem Shalom.

En la base de Tel Nof, en el centro de Israel, se encontró con sus padres, Noam y Aviva, su hermano Yoel y su hermana Hadas, y su abuelo Zvi. Según mostró una de las primeras imágenes, Shalit pudo hablar por teléfono con sus familiares y se le entregaron unas gafas, las primeras que recibe desde que fuera hecho cautivo el 25 de junio de 2006.

Galones

Otra fotografía e imágenes de vídeo difundidas por el Ejército israelí mostraron a Shalit con uniforme militar y ataviado con los galones del nuevo rango que se le concedió tras su cautiverio, el de sargento primero. En las revisiones médicas que se le han practicado en las instalaciones militares por las que ha pasado se pudo comprobar que su salud física es buena, aunque presenta signos de delgadez y su rostro está pálido, según medios locales. «Han sido años largos, pero sabía que iba a llegar el día en que iba a ser liberado», dijo Shalit en sus primeras declaraciones a la televisión egipcia, tras ser entregado a las autoridades del país vecino por sus captores desde Gaza. «Espero que este acuerdo (para el canje de 1.027 presos palestinos por Shalit) lleve a la paz entre las dos partes», dijo.