La portavoz del Inacif, Mirna Zeledón, dijo que se han registrado ocho fallecidos en la comunidad de Alotenango, en el departamento de Sacatepéquez (centro del país), que ya han sido identificados.
Otros seis cuerpos están en la morgue del departamento meridional de Escuintla, que se suman a los 48 cadáveres contabilizados en la aldea de Hunahpú, de los que se conoce la identidad de cinco.
La causa de los 75 fallecimientos, detalló la portavoz, es «asfixia por sofocación».
A primera hora de este lunes, el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología aseguró que el volcán está recuperando la normalidad, pero advirtió de que los barrancos de hasta 80 metros de profundidad están llenas de material volcánico.
Alertó de que las lluvias son el principal riesgo porque pueden causar lahares de flujo piroclástico.
Aunque ha bajado la actividad del volcan, no se descarta que la erupción pueda reactivarse, alertó el secretario de la Coordinadora Nacional guatemalteca para la Reducción de Desastres, Sergio García Cabañas.
Agregó que se desconoce cuántas víctimas mortales puede haber bajo las toneladas de ceniza.
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