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Los pescadores siempre intentan pescar el pez más grande. Sin embargo, en Japón, conseguir que el pez más pequeño enganche tu anzuelo es un motivo de orgullo ya que, según el antiguo arte de la pesca de Tanago, cuanto más pequeño es el pez, mayor es la captura que representa.

La mayoría de los profesionales piensan que cuanto mayor es el tamaño del pez que capturan, mayor es su habilidad para pescar. Por ello, habitualmente, los vemos posando junto a enormes criaturas.

En Japón, un país donde el minimalismo domina todos los aspectos de la vida, los pescadores juzgan sus habilidades en base al tamaño de su captura, pero al contrario que en el resto del mundo, cuanto más pequeño sea el animal, mejor.

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La pesca de Tanago es un antiguo método de pesca japonés que se remonta a los samuráis. Tanago es un término japonés empleado para describir varias especies de un pequeño pez de agua dulce que conocemos como 'amargura'.

Algunas especies de tanago crecen hasta los 15 centímetros, pero esas son, precisamente, las menos valiosas para los pescadores, cuyo objetivo es capturar el pez más pequeño.

En realidad, incluso en Japón, los pescadores de esta especie son considerados excéntricos, no solo por su forma contradictoria de juzgar su peculiar habilidad, sino también por la cantidad de tiempo y recursos que invierten en este pasatiempo, pues la captura de peces pequeños no es sencilla y muchos aficionados gastan verdaderas fortunas en equipo especializado.

Por ejemplo, el bitterling japonés se captura con una caña de bambú hecha a mano de la que solo quedan algunos fabricantes en Japón. El proceso de fabricación de la herramienta es costoso y puede llevar hasta dos años. Además, para su captura es necesario un hilo de pescar fino y agujas que, generalmente, se afilan bajo un microscopio utilizando una lima de diamantes de joyero.

Algunos pescadores de tanago siempre han estado fascinados por este arte centenario y otros se han cansado de la pesca con ángulos y quieren probar algo más desafiante. Cuenta la leyenda que este tipo de pesca surgió a raíz de la prohibición de pescar durante el periodo Edo, pues los pescadores de tanago podían esconder sus diminutas cañas en una bolsa.