La mayor parte de los detenidos son simpatizantes del ilegalizado partido islamista Tehrik-i Labaik Pakistan (TLP), parte de esta nueva ola de protestas nacionales que, en esta ocasión, tienen como catalizador el aumento de la inflación, un nuevo frente abierto para el Gobierno del primer ministro, Imran Jan, desde hace meses objetivo de las iras de la oposición paquistaní, que le considera un títere del poderoso Ejército del país.
Además del ilegalizado TLP, simpatizantes de otros partidos como la Liga Musulmana de Pakistán - Nawaz (PML-N), del exprimer ministro Nawaz Sharif, así como la también islamista Asamblea de Clérigos Islámicos (Jamiat Ulema-e Islam) han salido a las calles de Karachi, Larkana, Lahore, Sukkur, Mardan, Jacobabad, Mohmand, Ziarat, Mingora y otras ciudades del país.
Fuentes policiales han informado al diario Dawn de que las detenciones se han producido en los 36 distritos de la provincia de Punyab, a la que pertenece la capital, y 40 de ellas solo en la ciudad de Lahore.
«La situación económica del país y de su gente no mejorará a menos que nos deshagamos de este gobierno tiránico», ha declarado el líder de la oposición en la Asamblea Nacional y presidente del PML-N, Shahbaz Sharif.
Shahbaz, asimismo, ha pedido a los líderes del partido del Movimiento Democrático de Pakistán (el MDP, la coalicion «paraguas» que aglutina a buena parte de la oposición) a garantizar la cooperación con las organizaciones cívicas y empresariales y las asociaciones populares e hizo un llamado a la gente para que se una a las protestas nacionales contra la inflación.
El líder del TLP, Pir Ajmal Qadri, ha anunciado que la «marcha pacífica» comenzaría después de las oraciones del viernes y asegurado que «existe un plan B para desbaratar cualquier intento oficial de obstaculizar» la protesta, en comentarios recogidos por la cadena GEO TV.
No obstante, ha querido desvincular la manifestación de las peticiones para liderar a su máximo responsable encarcelado, Saad Husain Rizvi, detenido en abril tras alentar a sus seguidores a una marcha si el Gobierno no cumplía con la fecha límite del 20 de abril para la prohibición de importaciones desde Francia y la expulsión del embajador francés a causa de la publicación de unas polémicas caricaturas del profeta Mahoma.
En un intento de desactivar la tensión, el ministro principal de Punyab, Usman Buzdar, ha anunciado en su cuenta de Twitter la creación de un comité «formado por miembros de alto rango» para negociar con el TLP. «Todos debemos trabajar juntos por la paz y la armonía en el país», ha añadido.
No obstante, la marcha ha derivado finalmente en enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad, después de que estos lanzaran cócteles molotov y piedras a los agentes, a los que también han golpeado.
El resultado de la violencia han sido al menos tres agentes muertos y otros nueve heridos, según el portavoz de la Policía de Lahore, Rana Arif, que ha asegurado que las manifestaciones se han prolongado durante horas.
Para tratar de disolver la protesta, la Policía ha lanzado gases lacrimógenos, lo que ha provocado que más de 50 personas hayan resultado heridas, según ha contado el portavoz del TLP, Raza Sialvi, a la agencia de noticias DPA.
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