El Gobierno armenio dijo este lunes que el flujo de llegadas de refugiados karabajíes a Armenia se ha detenido prácticamente y que únicamente quedan en Nagorno Karabaj funcionarios y un pequeño número de ciudadanos. «100.520 desplazados forzosos de Nagorno Karabaj llegaron a Armenia. Como se puede ver, el número prácticamente no ha cambiado desde ayer, lo que significa que el flujo de personas se ha detenido en su mayor parte y solo los funcionarios y un número limitado de la población permanecen allí», señaló Nazeli Baghdasarián, portavoz del primer ministro armenio, Nikol Pashinián. La víspera el número de karabajíes que habían huido de Nagorno Karabaj era de 100.514, seis menos que este lunes.
Según datos oficiales, la población de Nagorno Karabaj antes del éxodo que comenzó el pasado 24 de septiembre era de unos 120.000 habitantes. El presidente de la autoproclamada república, que será disuelta hasta el 1 de enero de 2024 y reintegrada en Azerbaiyán, Samvel Shajramanián, permanecerá en la capital karabají, Stepanakert (Jankendi para los azerbaiyanos), junto a un grupo de funcionarios.
Su idea es quedarse hasta que la operación de búsqueda y rescate de todos los que fallecieron en la operación militar relámpago de Azerbaiyán del 19 y 20 de septiembre y la explosión del depósito de combustible el 25 de septiembre haya finalizado, según señaló anoche el Centro de Información de Artsaj (Nagorno Karabaj). «Informamos también de que el Gobierno sigue centrándose en el tema de los ciudadanos que quieren trasladarse a Armenia, quienes por diversas razones pueden estar en el territorio de la república» de Nagorno Karabaj, indicó.
Del total de refugiados que llegaron a Armenia, 89.107 ya han sido registrados en el centro humanitario gubernamental, indicó Baghdasarián en una rueda de prensa. En torno al 54 % o 53.935 personas han tenido que hacer uso de pisos y alojamientos proporcionados por el Estado. Pashinián dijo hoy en una reunión del Gobierno que ahora la decisión más importante es aportar apoyo financiero a los desplazados. Ereván decidió proporcionar una ayuda única de 100.000 drams (unos 250 dólares) a cada uno de los refugiados, con independencia de que sean adultos o niños. Además, el Estado dará ayuda durante seis meses para los gastos de vivienda en la forma de 40.000 drams (100 dólares) al mes, más 10.000 drams (unos 25 dólares) para costear los servicios de electricidad y gas.
El primer ministro recomendó a aquellos que se encuentran en alojamientos del Estado que empiecen a buscar pisos, con la ayuda de los gobiernos locales y voluntarios. Asimismo subrayó la necesidad de ayudar a los desplazados a encontrar empleos con la difusión activa entre los refugiados de ofertas de trabajo en el sector privado y público. Pashinián también se refirió a los pensionistas entre los desplazados, los cuales, dijo, seguirán recibiendo sus ingresos de la República de Armenia.
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