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Tanto los más pequeños como los mayores disfrutaron el pasado viernes en la Gran Función del Williams Circus con el espectáculo que estrena la temporada de este año en Mallorca. En este primer día, los cincuenta artistas "en colaboración con Cruz Roja" ofrecieron su actuación a beneficio de los damnificados por el terremoto en Turquía, en concreto, para la reconstrucción de la zona noreste de este país que ha sido la más perjudicada.

Magia, simpatía, humor, malabarismo, danza y, por qué no, algo de peligro son los ingredientes del show de esta familiar compañía que actuará en Palma durante todo este otoño.

Los espectadores salieron de la carpa fascinados sobre todo por los números realizados por los más de treinta animales de este circo, así como por las filigranas en el trapecio de Suetelana, la niña rusa de tan sólo ocho años que impresionó al público desde las alturas.

«No cabe duda de que el circo está pasando por un buen momento», declaró Eduardo Raloy, director del Circo Williams. «Parece que en muchos países los políticos no hayan sido nunca niños por las trabas que nos ponen a la hora de instalar un circo», señaló. Sin embargo, dice encontrarse a gusto en Palma.